Capítulo 12

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Tarde, pero seguro.
Espero que lo disfruten mucho.




Cecilia supervisó su obra, pero solo tenía la mitad de la mente concentrada en las plantas; la otra mitad se ocupaba de Paco.

—Hola, Cecilia—se volvió y se incorporó al ver a Manolo avanzar hacia ella—.¿Cómo va todo?

—Bien, de hecho, ya casi he terminado —se protegió los ojos del sol y miró a su jefe.

—Has hecho un buen trabajo con el jardín de Francisco León —miró alrededor.

—Gracias. Debo reconocer que me siento satisfecha.

—¿Está el señor León dentro? — Manolo señaló la casa.

—No, se encuentra en Las Vegas —se quitó los guantes. No había deseado regresar sin él, pero Paco había insistido, diciendo que no tenía mucho sentido que se quedara para pasar todo el tiempo en el hospital.

Ya no se trata de una emergencia —le había explicado con calma—. Manuela se encuentra bien. Solo la van a retener un día para observarla. J.P. y Nancy entenderán que tengas que volver al trabajo.

Hacía dos días que no lo veía. La había llevado al Aeropuerto McCarran.

Hablo en serio, Bonita —le dijo con firmeza mientras la despedía con un abrazo—. Recoge las cosas de tu apartamento y vente a vivir con Manu y conmigo...—luego le había dado las llaves de su Mercedes—. Ve a casa al aterrizar. Ahí también tienes la llave de la entrada. Conoce la casa, siéntete cómoda.

Paco, no he dicho que vaya a hacerlo —le había recordado con suavidad—.He de pensarlo bien.

Las cosas habían avanzado con tanta rapidez que aún se sentía aturdida. Eso era todo lo que había soñado, sin embargo... Una pequeña parte de ella, la más sensata, se preguntaba si esa súbita necesidad de Paco no se debía a que pensaba que había estado a punto de perder a Manuela.

—¿Cuándo volverá? —le preguntó Manolo en ese momento—. Quería preguntarle si se sentía satisfecho con el jardín antes de pasarle la factura.

—Esta tarde.

—Escucha —Manolo titubeó—, sé que probablemente no debo hacerlo, pero me dala impresión de que te han ofrecido otro trabajo.

—¿Sí? ¿Quién te lo ha dicho?

—Ayer Jorge Wesley fue al centro de jardinería para verte. Como de pasada, mencionó un nuevo proyecto que tenía en Las Vegas.

—Comprendo —era típico de Jorge. Era perfectamente incapaz de mantener la boca cerrada.

—¿Es verdad?

—Bueno... sí.

—Diablos, Cecilia, no puedes irte —sonó asustado—. Escucha, tengo unos proyectos muy estimulantes aquí. Necesito tus conocimientos.

—Manolo, yo... —iba a decirle que la noche anterior se había visto con Jorge y había rechazado la oferta.

—Te subiré el sueldo —indicó antes de que pudiera explicarse.

—¿De verdad? —se limpió las manos en los vaqueros—. En ese caso, me quedaré —sonrió.

Más tarde, cuando iba a buscar a Paco al aeropuerto, se sentía muy complacida.

Había terminado el jardín, sus finanzas comenzaban a mejorar y Paco volvía a casa.Todo parecía encajar en su sitio.

Confiaba en que el banco le concediera el préstamo para ocuparse de su madre. Y aunque no se trasladara de inmediato a vivir con Paco, al menos él quería mantener una relación con ella. Era causa de celebración.

¿Conveniencia o Amor? (Adaptación)Where stories live. Discover now