capitulo 18

1.7K 91 33
                                    

¿Hasta qué punto puede llegar la obsesión de alguien?

¿Hasta qué punto puede llegar Jürgen?

Lo miro, mis ojos no paran de derramar lágrimas, me abrazo a mi misma, mantiene sus ojos fijos en mi rostro, pero no me mira.

Quiero gritar, esconderme, huir.
Dejar de ser parte de esto.

¿Porque?

Es un asesino, es un demonio, un maldito.

¿Porque estoy condenada a estar a su lado?

Sus ojos me fulminan.

—Ya deja de hacer tanto drama. Me dice, como si no acabara de ordenar tres muertes de personas inocentes. —Acuéstate ya.

Estoy contra la pared, el esta al otro lado de la habitación, está sentado en un sillón, bebiendo whisky, no está furioso, pero tampoco está tranquilo.

Sus ojos chispeantes me miran. Tiemblo. Le tengo tanto miedo.

—¡Te estoy hablando Paulette! ¡Deja de mirarme así! Yo no los maté.

Lo miro, no puede creerle.

No debo creerle.

Me levanto tambaleante y camino hacia la cama, y hecho sobre esta así con mis vestido aun puesto.

—Deja de comportarte como una niña.

¡¡Es que soy una maldita niña!!

Me llevo las manos a mi rostro y lo cubro.

Ya no puedo más.

—Estoy harto.

Jürgen sale de la habitación y yo me hago un ovillo.

Ojalá y de verdad se cansara de esto, ojalá y acaba conmigo de una vez.

          ◇◇◇◇◇◇◇

Cuando abro los ojos por la mañana sigo vestida tal cual me quede dormida, a mi lado no hay ni rastros de Jürgen.

Me siento sobre la cama, me duele la cabeza, y tengo mucho frío.

Me levanto y camino al cuarto de baño, me quitó el vestido, y camino hacia la ducha, quiero solo darme un baño.

Cuando termino y regreso a la habitación, el demonio está sentado sobre la cama, se ha cambiado de ropa, no se donde ha pasado la noche y tampoco me interesa.

—Tan bella mi mujer. Dice y sonríe malicioso mientra mira mi cuerpo cubierto solo por la toalla.

Me quedo callada.

—Ponte ropa cómoda volaremos a Italia en unos minutos.

Voy a entrar al cambiador cuando paso por su lado me detiene.

Me jala y me sienta sobre sus piernas.

—El vuelo puede esperar, mis ganas por ti no.

Lagrimas comienzan a caer por mi rostro. Otra vez destroza mi pequeño mundo, otra vez usa mi cuerpo sin mi permiso, otra vez no le importan mis súplicas.

—Nunca voy a dejarte ir. Susurra mientras me penetra, y duele.

Quiero que termine y pare con este suplicio.

Me siento como un casacaron vacío, mi cuerpo ya no es mío, no lo quiero.

Solo quiero que esto termine.

      ○○○○○○○○○○○○○○

Mi estómago se revuelve y corro al baño, vacío mi estómago por completo.

Entre las SombrasWhere stories live. Discover now