Nightmare 【DekuKatsu】【BnHA】

Capítulo 3: Sueños

Y yo me vuelvo loco porque aquí no es donde quiero estar
y la satisfacción parece un recuerdo lejano
y no puedo evitarlo,
todo lo que quiero oír es a ella diciendo: "¿Eres mío?"

R U Mine – Arctic Monkeys

Bakugo se vio a si mismo caminando entre los pasillos de la academia, él se había dado cuenta. Ya no había más "Kacchan" llamándolo a cada momento, ahora era recibido con un cortes "Bakugo-kun" cada mañana mientras llegaba a su lugar frente al pecoso en el aula. En aquel sueño Midoriya había nacido con un quirk, creaba pequeñas llamaradas con su aliento como su padre, y con el OFA complementaba aquella habilidad. En aquel sueño él y Midoriya no habían sido amigos desde la infancia, eran solo vecinos que cursaron en la misma escuela pero nunca en la misma clase. En ese sueño aquellos bonitos ojos esmeralda nunca lo seguían, nunca lo observaban, los análisis del peli-verde sobre el eran solo 3 páginas y no 3 cuadernos como el Midoriya original tenia, no se ponía nervioso a su lado, no sonreía para él, no le hablaba por querer hablarle, de hecho a pesar de la personalidad más firme del menor parecía evitarlo, porque Katsuki y su explosividad lo agobiaban. Yumei no entendía que era lo malo en aquel sueño. Su Bakugo miraba atentamente lo que ocurría en el sueño con el ceño fruncido y labios apretados, mordisqueando sus uñas de vez en cuando. La pelinegra realmente no entendía que es lo que estaba mal cuando lo escucho, el bullicio de la clase ante una confesión amorosa, el sonrojo en el rostro del peli-verde, los ojos brillantes y llenos de emociones dirigidos a un jovencito de cabello mitad rojo mitad blanco, el revuelo que hicieron el resto de los adolescentes ante el diminuto beso que se habían dado, la frustración que brillo en los ojos del Katsuki del sueño ante eso, y las lágrimas que libero esa noche en su habitación al haberlo perdido.

La soledad que experimentaba aquel rubio del sueño era palpable, los sentimientos de frustración lo alejaban más y más de lo que realmente quería, de lo que realmente deseaba.

El mismo sueño había dado un salto en el tiempo, los chicos estaban peleando contra algo, no sabía exactamente qué, pero estaban realmente heridos y se había aglomerados escondidos en algún edificio abandonado. El último en llegar a la escena había sido el Todoroki con Midoriya entre sus brazos, quien sangraba por todos lados. Shoto negó con la cabeza ante los cuestionamientos de los demás, no pudiendo aguantar las lágrimas mientras caía de rodillas y se aferraba al cuerpo del pecoso. Sollozos inundaron el lugar, llantos desgarradores de sus compañeros de clase apenumbraban el ambiente, gritos, insultos, frustración, había de todo ante aquella triste escena. Katsuki no podía llorar, no se lo permitía, estaba frustrado, dolido, enojado con el joven que lloraba desgarradoramente sobre su cuerpo ya sin vida de Midoriya, si tan solo...

"Si tan solo yo te hubiera protegido, si tan solo te hubiera mantenido a mi lado"

Pero eso ya no se podía, Katsuki había perdido, lo había perdido definitivamente. El Katsuki original se llevó una mano al pecho al mismo tiempo que el del sueño, por alguna razón aunque quisiera, no pudo llorar, solo sintió frio, se sintió triste, impotente y por primera vez solo en el mundo.

El espacio se volvió a distorsionar y se abrió un hueco para brincar en un nuevo sueño. Bakugo se le adelanto, mientras ella observaba un poco más la escena; aquello no le había impactado, pero solo con ver los ojos lloroso llenos de emociones del menor quien se había dado la vuelta esperando a que avanzara comprendió un poco más de todo aquello que estaba sucediendo.

Avanzo a su par, encaminándose al siguiente, la escena con la que inicio fue algo muy similar al final del anterior, estaban luchando contra lo que pudo identificar eran nomus. Ninguno de los dos pudo identificar a Midoriya en algún lugar, solo había explosiones mucho caos. El Bakugo del sueño se veía bastante mayor mas mayor que la chica que lo acompañaba, en medio del caos un nomu lo había mandado a volar bastante cerca de donde ellos se encontraban, ambos rubios dirigieron su mirada a donde mismo al escuchar una risita provenir del nomu. Sobre el hombro de aquella bestia que berreaba incoherencias, había un escuálido jovencito sentado, todos reconocieron el cabello verde de inmediato.