Capítulo once: Curiosesco, Curiosesco

312 20 0
                                    

Alicia se encontró siguiendo una Mosca-Caballito Mecedor por el laberinto de flores rojas, una vez acabada la canción.

Luego, vio que la Mosca se adentraba en la madriguera del Conejo. Sin dudarlo, Alicia la siguió y cayó por ella.

♡♤♢♧

Antes de darse cuenta, estaba sentada en una larga mesa. Todos los asientos estaban ocupados por sus viejos amigos del País de las Maravillas, con los ojos negros y grandes sonrisas.

Sentado enfrente de ella, el Gato de Cheshire juntaba las manos sobre la mesa y la miraba fijamente, sonriendo.

Una pierna de carnero cruda y ensangrentada apareció en su plato.

—Alicia... Carnero; Carnero... Alicia.— La joven y la pierna de carnero se hicieron una pequeña reverencia.— ¿Harías el favor de cortarme una tajada?

—No me parece del todo educado cortarle una tajada a alguien a quien acabas de presentarte.

El Gato dejó de sonreir, y ese cambio repentino de expresión asustó tanto Alicia que accedió al instante su orden. El Gato volvió a asomar una sonrisa.

Se devoró la tajada de una manera rápida y grotesca, como un tigre ataca a su presa.

Alicia tenía mucho miedo. Esa clase de miedo que te paraliza y te eriza el pelo de la nuca, y no sabes qué hacer.

De pronto, chorreando sangre de la comisura de sus labios y mostrando unos dientes manchados de lo mismo, el Gato de Cheshire la miró y dijo:

—Bienvenida a dónde las flores se pintan de rojo, los conejos usan traje y los gatos sonríen, Reina Alicia.

Mad AliceWhere stories live. Discover now