CHILD OF THE MOON

Capítulo 6

Lamento la demora~ ¡que disfruten!

Capítulo 6

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Caminando con la misma gracia de antes, es decir, contoneando las caderas con la dificultad que la acarrea la enorme tripa donde sus trillizos deciden, además, que está bien agitarse y comprimir sus ya apretados órganos internos, Stiles salió de la casa sin apenas haberse despedido de su padre y de Parrish. Ambos quisieron detenerle argumentando que no podía irse así, sin que Derek volviera por él.

― De ninguna manera voy a quedarme, estoy esperando que todo esto. ― Dijo, señalándolos a ambos de una forma bastante cómica, y que de todas formas hizo sentir un poco más de vergüenza al policía menor. ― Termine con resultados sexuales. ― Añadió, con una sonrisa de oreja a oreja antes de salir de la casa y llamar a su novio.

Le esperaría en una cafetería, a donde se acercó en taxi, porque su novio todavía debía estar de camino a la casa en el bosque y le tomaría otros minutos regresar por él.

Mientras tanto, sabe que ha dejado un ambiente un poquito incómodo en casa de su padre. Pero si alguien le preguntara en ese momento si tenía alguna pizca de remordimiento, él diría que no con la mano en la cintura. Porque, honestamente en su forma de ver las cosas ¡lo tienen bien merecido! Por incomodarlo con sus picantes olores a excitación.

― Entonces, como le decía a Stiles, no era agradable pedírtelo delante suyo, pero como se ha ido, dejándonos como un par de tontos adolescentes que no saben cómo actuar delante de quien le gusta, podríamos simplificarlo y yo solo lo preguntaré ¿quieres salir conmigo, Jordan? Ya sabes, como novios.

El discurso del hombre reseca la garganta del más joven, que ha guardado las llaves en el bolso que lleva cruzado al hombro, colgando principalmente en su espalda. La sonrisa que tira de sus labios es cristalina, y a ojos del mayor, hermosa. La piel clara de sus mejillas se viste de rosa y las puntas de sus orejas de un bonito rojo brillante. A veces Noah realmente se sentía como que era un muchachito en sus veintes, cortejando a otro igual. Se olvida de las casi dos décadas de diferencia y todo se siente mucho mejor.

― Sí, Noah. Quiero salir contigo.

La aceptación viene acompañada de un par de risas nerviosas. Dos hombres, de la fuerza policial además, perfectamente inquietos parados en la estancia, sin estar seguros de qué movimiento hacer a continuación. Pero dejando entonces que las cosas simplemente fluyan. Y luego es como de película, ambos avanzando al mismo tiempo al encuentro del otro, manos que vuelan para atrapar alguna parte del cuerpo ajeno y bocas que se funden en un necesitado beso.

De alguna manera consiguen no chocar los dientes o morderse cuando comienzan el beso, porque parecen tan desesperados por el contacto que sus torsos sí que chocan cuando se encuentran. Con suerte las manos de Stilinski alcanzaron a sujetar la cintura de Parrish, y una de este viajó directo al hombro del mayor mientras la otra descansó en la espalda de su, otra vez, novio.

Ambos supieron que tantas citas de "manita sudada" como Stiles las llamó, no había hecho más que avivar una llama que habían estado evadiendo con anterioridad. Por eso, que subieran a la habitación del sheriff y las ropas cayeran descuidadamente en el camino, no habría sorprendido a nadie. Particularmente no a Stiles, que para entonces pedía un vaso de agua fría mientras se sentaba a esperar por su novio.

En la cafetería las personas le miraron con extrañeza, porque, bueno ¿quién no conoce al hijo del sheriff? Durante meses el hiperactivo muchacho había sido centro de rumores por aquí y por allá, y aunque en lo general ha evitado salir en público, últimamente solo pensaba cosas como "¿y por qué no?" Él quiere presumir a sus hijos, incluso el embarazo antes de que anden por ahí caminando con ellos en la carriola de tres piezas que Hale ha comprado desde hace un par de meses. Inventarse algo como vientre sustituto no le gusta. La adopción también es descartada, por lo que ¿qué sería lo peor de simplemente decir la verdad? Ah, un montón de cosas en realidad, como un elaborado patrón de piezas de dominó cayendo en cadena cuando empujas la primera en la fila.