Mis extraños sentimientos | Tododeku

44. Cena.

Martes.

Todoroki, todavía observando el dedo quemado por el café de la chica. Puede que no estuviera diciendo nada, pero dentro de su cabeza estaba pasando por un gran terremoto de imaginación que ni él pudo haber imaginado.

Cuando la chica ya se encontraba bien, Midoriya observó la mirada perdida del otro sobre el dedo de la joven, quien también lo observaba confundida.

-Ehm... ¡Disfruten su café!- Exclamó sonriente, yéndose hacia otra dirección junto a la mesa con ruedas que ya no estaba ocupada por café.

Ahora con su mirada perdida en el suelo, el peliverde intentó llamar su atención.

-¿Shouto? ¿E-Estás bien?- Preguntó.

Unos segundos después de volver a la vida real y notar que el otro lo llamaba por su nombre. Dejo para otro momento sus metas para cumplir junto al otro, y prestarle atención al presente.

-¿Sí?-

-¿Pasa algo?- Volvió a preguntar.

Si, mucho se dijo a sí mismo, escondiendo todo lo sucedido.

-No, nada malo. Solo me quedé...- Ya no sabía que decir, estaba apunto de revelar una enorme pista acerca de su regalo navideño- Me quedé saboreando mi café- Respondió al instante, intentando cubrir sus anteriores palabras, llevándose su taza a la boca.

Con sospechas, decidió no hablar al respecto. Tal vez era algo que no era de su incumbencia o algo personal. Podría saber cada mínimo detalle de el otro, pero debía respetar su espacio y vida privada.

Comenzó a tomar su café con lentitud, saboreando su fuerte sabor y la sensación a café que este traía.
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Media hora más tarde, finalmente llegaron a la ciudad de Shizuoka.

Después de dos horas de espera y unos minutos de aderezo dentro del tren y su tripulación, finalmente llegaron a su destino.

Bajaron de el ferrocarril caminando despacio. Se dirigieron a una gran máquina que programaría su siguiente viaje para poder regresar.

Tras varios intentos esperando a que la máquina entregara los boletos y respondiera con una irritable voz diciendo: «No se ha podido programar su viaje»

Finalmente reclamaron su boleto exigido, revisándolo.

Resultó ser que el único viaje con sillas disponibles para el mismo día, era el tren que partía a las 22:30pm.

Resignados, ambos se tomaron de la mano y deambularon por los corredores y la salida de la estación.

Eran las 19:34 y la reserva en el restaurante era para las 20pm.

Todavía tenían tiempo para llegar sin prisa. Por lo cual decidieron caminar hasta el lugar, el cual no quedaba muy lejos de allí.

Del sol ya no se podía ver nada, solo lograban ver una luna resplandeciente que hacía relucir las estrellas.

Una corriente de frío rodeó los brazos descubiertos de Midoriya, dándole un gran escalofrío que el bicolor pudo presenciar.

-¿Tienes frío?- Preguntó.

-S-Si, debí traer un abrigo...- Respondió, temblando.

Todoroki soltó su mano y pasó su brazo izquierdo por encima del hombro del otro. Aprovechando lo tibio que este estaba.

Con la mirada buscaba alguna tienda de ropa, la cual efectivamente quedaba a diagonal de ellos. Ingresaron a ella y un joven se les acercó, dándoles la bienvenida.