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- ¡Joder!

Como siga orillándonos de esta manera, me correré rápido.

- ...Espera – su ronca suplica exhalada a una nula distancia de mi oído me puso al límite, él lo sabia y yo estoy consciente como disfruto ser empujada a la orilla del precipicio cada que nos vemos.

Con más masoquismo que ganas de hacerle caso, reprimí mis impulsos naturales mientras él sigue arremetiendo encima mío. Igual que cada Domingo.

Pronto, el dolor comienza a incrementar, mi vientre arde más de lo normal enviando así una caliente descargar a mis muslos .... Ay no ... no ahora, no con Byun.

Dios, si me odias, solo dilo, pero no, me hagas esto.

Con todo el dolor de mi lujuria, empujo a Byun a un lado y puedo ver de reojo su desconcierto mientras escapo al baño y cierro la puerta de un portazo. Con prisa me siento en el inodoro esperando lo inevitable.

Maldita Menstruación.

No, no, no. Las cosas iban bien, Byun me gusta, a decir verdad, mucho ... bueno, él es lo que yo llamo: un buen corredor con su tercera pierna. Pero, por más miope que sea, no puedo hacerme la ciega con esto; la última vez que me paso e intente fingir que era normal ... las cosas salieron de la vil mierda y ... no quiero eso, no con Byun.

- Hye ... ¿Todo bien? – su pregunta suena del otro lado de la puerta; joder ... no sé si eso es genuino - ¿Hye?

- sí, si ... solo dame un momento - miento mientras avanzo hacia la tina y despacio, abro las llaves de modo que no note mis inexistentes ganas de verlo a la cara. Y no por vergüenza, digo, no es la primera vez que sucede, con el sí, pero, esto me ha pasado las suficientes veces - seis y con esta siete - para comprender que significa.

El sonido de la puerta abriéndose solo intensifica la pesadez en mis piernas; su descalzo andar se escucha en todo el baño, y, con pocas ganas de darle fin a esto volteo a verlo.

Ay Dios ... ya llévame.

No sé qué me parte más el corazón, ver su genuina preocupación emanar por aquellos ojos que me encanta mirar al correrme, o, saber que después de esta noche ya no lo tendré así de cerca.

No, no, no; concéntrate.

Yo voy primero, después y al último.

- Me vas a decir que pasa o intentaras ignórame – puta madre ¿Por qué la tiene que poner difícil? ese intentaras solo es una advertencia, ¿Qué esperaba? ¿2 años de buen sexo sin esperar que me llegara a conocer?

- Solo quiero estar sola ...

- Mientes – asegura mientras se cruza de brazos y acorta la carente distancia que nos separa, maldita sea - ¿Qué es lo que te pasa? –

Bien... ahora llega la peor parte: intentar sonar fría, cortante y culera.

- No me siento a gusto, ya no quiero seguir con esto - ¡Qué perra mentira!; una indescifrable expresión cruzo su rostro ... bueno, eso debe ser bueno para mí ¿no? – lo mejor será no vernos - ¿Para quién? ¿Para mis estúpidas supersticiones?

Para mi mala suerte, su expresión no cambia y mucho menos me quita la mirada de encima. Sus ojos continúan estudiándome por lo que siento horas mientras lucho internamente por intentar aparentar firmeza. Pero sus ojos ... Dios ... sus ojos me transportan a cientos de recuerdos, entre ellos aquel día. El día que nos conocimos.

- Hablaremos cuando vuelva de Osaka – zanja mientras acorta la distancia y deposita un suave beso en mi frente – quiero que la que hable seas tu y no tus cólicos – Espera ... ¿¡QUÉ?! ¿Cómo lo supo? – si querías ocultarlo solo hubieras bajado la palanca – aclara con una ligera risa mientras levanta sus manos hasta acunar mis mejillas.

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⏰ Última actualización: May 19, 2021 ⏰

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ᴇʟ ᴠᴀᴄɪᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴄᴜꜱᴘɪᴅᴇ (땡) ᴊʜꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora