El sol siente envidia de tu brillo, me acusa de que lo he olvidado porque en mis pensamientos solo habitas tú.
No oculto mi fascinación por tus letras o la emoción de escucharte, pero el sol debe entender que tú eres el que calienta mi cuerpo y quema mi alma.
Por las noches la luna es su cómplice y me observa detenidamente, miente al sol que estoy enamorada de un astro divino que cuyo nombre no es misterio.
El sol está celoso, molesto y desconcertado; no entiende el embrujo de que utilizaste para volverme adicta a ti, que los 27 días no son suficientes para amarte.
Brillas con la melodía del viento, el crepúsculo de mis tardes, la oscuridad de mis noches. Brillas con el sonido de la lluvia, con el relámpago de junio, al cantar mi canción y leer mis poemas.
>>Annetha Salazar<<
