Hear me out (One piece, Law-Ace)

Capítulo 24: Un trato beneficioso

¡No estaba muy convencido de aquello! Eran las ocho de la tarde y en un rato, su familia cenaría pero allí estaba él, en el garaje de la casa de Law observando a su compañero buscar un casco de reserva entre las amontonadas cajas de uno de los laterales. ¿Cómo se dejó convencer para que le llevase a casa en ese trasto? Aún no se lo explicaba.

Mañana tenía el examen importante sobre química y en vez de estar nervioso por ello, lo estaba aún más por tener que subir en la moto de cross de Law. Para ser sincero, nunca había subido a una moto.

El brazo de Law se extendió al instante, elevando el casco que acababa de encontrar en una de las tantas cajas. Inevitablemente, Ace se puso más nervioso todavía. Desde el accidente, ya le daba un poco de miedo ir en bicicleta y hasta en coche, así que una moto era mucho peor. Law pareció darse cuenta del problema en cuanto le pasó el casco a Ace y éste lo tomó entre sus dedos.

Ace movía sus dedos golpeando suavemente el casco. El nerviosismo era palpable y por eso mismo, Law sonrió antes de colocar su mano en el hombro de Ace y captar así su atención.

- Conduciré despacio y sólo tienes que agarrarte a mí. ¿Vale? Te prometo que no pasará nada – comentó con lengua de signos –. ¿Confías en mí?

¡Como para decirle que no con todo lo que había hecho por él! Ace afirmó con la cabeza al instante y sonrió en un intento por parecer seguro y confiado. Evidentemente, Law no se creyó que se encontrase de esa forma pero sonrió igualmente antes de empezar a prepararse para la subir a la moto.

Ace esperó pacientemente. Le observó ponerse la chaqueta, colocarse el casco y los guantes antes de subir y dar a la palanca de arranque con el pie. La vibración de la moto fue lo que pudo ver, aunque imaginó que debía hacer un gran ruido. ¡Él no podía escucharlo! Su mundo cargado de intensos silencios era un asco.

Con la cabeza, Law le indicó que subiera tras él. Ace respiró hondo y se colocó el casco, pese a que al acercarse a Law, que sacaba unos palos metálicos para que él pudiera apoyar los pies, revisó su casco antes de permitirle subir. Una vez comprobó que estaba bien la fijación, le indicó con los guantes puestos que pusiera el pie en uno de los eslabones metálicos y se impulsara para subir.

Tuvo que agarrarse a los hombros de Law con cierta vergüenza al subir, pero necesitaba ese punto de apoyo para evitar caer. Por las calles e incluso con algunos amigos, siempre observó que la mayoría de las personas se agarraban a la parte de atrás. ¡No fue su caso! En cuanto subió y comprobó la estabilidad, se agarró con pavor a la cintura de Law.

Tantas dudas le asaltaron de golpe. Allí agarrado a su cintura, los recuerdos de la noche anterior cuando le invitó a ver una película al cine le dejaron helado. ¿Y si él malentendía lo que ocurría? ¿Y si a Law le sentaba mal ese exceso de confianza por agarrar su cintura? ¿Y si...?

Sus brazos se estaban soltando con tantos "y si...". Tenía miedo a que algo pudiera sentarle mal a Law y por eso mismo, su cuerpo estaba reaccionando ante el temor soltando el agarre. Todas sus dudas se disiparon en cuanto sintió la mano de Law retener su muñeca para impedir que las apartase de la cintura. Con el casco no podía verle, tampoco se veía a sí mismo en los espejos retrovisores, pero sabía que al menos él mismo debía estar rojo como un tomate ante ese gesto.

La moto arrancó dando el primer tirón al acelerar de golpe para subir la pequeña rampa del garaje. Ese primer movimiento consiguió que Ace se agarrase con mayor fuerza al cuerpo de Law para evitar caer.

Prácticamente durante todo el trayecto, Ace mantuvo los ojos cerrados, con el casco apoyado sobre la espalda de Law y fuertemente agarrado a su cintura. Tan sólo se permitía abrirlos cuando se detenía en algún semáforo para luego, volver a cerrarlos en cuanto aceleraba una vez más.