"Y así jamás olvidaras cuanto te amo"

Parte Única

"Lan Zhan despierta"

Hay algo desagradable y molesto en esa mañana, que no ha dejado de perseguirlo desde la noche anterior. Podría jurar que la luz de aquella mañana era más intensa que los días anteriores, más molesta, más brillante, más desagradable. En un principio las podía sentir levemente acariciando tímidamente su rostro anunciando el amanecer y con ello el paso consiente de él contando las horas.

Las cinco, el pequeño y distante sonido de las persianas ajenas abriéndose en orden y fila cada segundo.

Las seis, el ajetreo ruidosamente silencioso de personas desconocidas, apresuradas, ansiosas, contado cada minuto antes de llegar a las siete.

Las siete, el ruido se detiene y solo regresa en un sonido parecido a un suspiro contraproducente.

Las ocho, silencio, asfixiante, hueco, casi falso.

Las nueve, El mundo brilla mucho.

O simplemente la habitación está demasiado iluminada para su gusto e incapaz ignorar la molestia y volver a dormir, decide que ha sido suficiente. Es hora de levantarse. El sonido susurrante de las sabanas arrugándose con su partida lo hacen abrir los ojos mientras automáticamente después de que sus pies tocan el suelo estos emprenden una carrera inconsciente que termina con él, cerrando las cortinas con prisa y cuando la habitación oscurece se queda parado allí de espaldas a la cama, como si esperara una señal de agradecimiento en medio de la ingenua espera.

De pronto se sintió estúpido. ¿Qué es lo que pretende?. El reloj de la pared dice que son las 9:20, las ventanas deberían estar abiertas para que ventilaran la habitación desde las cinco de la mañana y en su lugar el hábito incorrecto e insano que ha desarrollado desde hace un mes lo ha hecho ser ridículo, el hecho de dormir tarde y despertar tarde lo ha hecho un ocioso, no había otra razón para su falta de disciplina y tiene que detenerse ahora. Agarra nuevamente la orilla de la cortina dispuesto a dejar pasar la luz, su mano se aprieta sobre la suave tela bordada de conejos blancos elegantes y suspira, no debería de sentirse tan frágil solo por abrir unas cortinas, tiene que abrirlas y después deberá tomar una ducha, la ducha que no ha tomado desde hace una semana. Esto no es sano y solo es improductivo.

"Lan Zhan, gracias por cerrar la cortina"

Se detiene. Esto no es sano y solo es improductivo y el susurro adormilado casi vivo de alguien que no está y que no estará en su espalda es un claro dejemplo de su falta de lucidez y realismo.

Gira sobre sus talones encarando la desecha cama vacía entre la oscuridad.

Ignora el pinchazo agudo e intenso de algo invisible

Esto no provechoso para nadie, esto no hará mas que dañarlo y tiene que aprender a vivir con eso y seguir.

O jamás podrá salir de allí

Con fuerza saca las sabanas de la cama desparramando el olor viejo y casi perdido de un recuerdo que atesora pero no quiere que lo asfixie hasta matarlo.

Se obliga a avanzar al cuarto de lavado continuo al dormitorio con el puño de sabanas y fundas de almohada, se ordena que conecte la maquita y la prepare para que cumpla su función.

Se ruega para que sea consciente de lo importante que es que se lave el sudor y suciedad por el uso de aquellas telas.

Y por sobre todo el aroma.

Pero se arriesga. Por que él es un hombre débil y sentimental. Atrayendo en un último instante el puño de sabanas entre sus manos empujando la nariz hasta enterrar el rostro y aspira