Tres Por Siete (Miraculous Ladybug)

Umbrella

Paraguas.

Hace cuatro años, Ladybug y Chat Noir habían comenzado su labor de superhéroes. Tenían un objetivo durante los primeros dos años: Hawk Moth, los dos últimos, apareció Mayura y los tiempos volvieron a cambiar.

Y en un mundo normal, sin máscaras ni poderes, solo eran dos civiles con sentimientos y con un deber bajo unas joyas mágicas.

Adrien tenía una novia que lo trataba como si fuera un tesoro que todo el mundo robaría, mientras Marinette tenía un chico que le rendía el mundo a sus pies gracias a una guitarra.

Los dos amigos, desde aquél día donde se vieron en el hotel Le Grand París y después se fueron a comer helados con sus amigos, no se hablaban como antes, no se miraban y mucho menos se sonreían como antes. Fue el inicio de una rota amistad que Adrien creía que aún era su culpa y trataba de entender su alejamiento con ella.

"¿Aún se sentía mal por lo que sucedió en el Museo Grevin?"

"¿Qué rayos hice?"

Decidió ponerle un alto.

Necesitaba volver a recuperar a su Ladybug diaria.

Necesitaba estar siempre ahí para ella, dijo que siempre sería una amiga importante para él.

Ante cualquier tormenta, estaría ahí como si fuera su...

"Un dúo, tu y yo contra el mundo..."

"¿Por qué me recordó a Ladybug?"

-.-

Días después.

Durante la hora del almuerzo, su plan era acercarse a ella y darle un pastel de fresa que ya tenía en la mano, uno de sus favoritos, cortesía de su mejor amiga por haberle pasado el dato y también darle su espacio en el almuerzo.

-Adrien, si lo vas a lograr, me avisas, ¿sí?

-¿Por qué? -preguntó curioso.

-Marinette está cabizbaja hace muchos días, si mi memoria no me falla, desde que pasó el ataque de las avispas de Chloe. -dijo Alya.

-Pero ese día estábamos felices Kagami, ella y yo.

-Oh, ya veo. -dijo Alya al darse cuenta de la verdad.

-¿Qué viste?

"Ciego."

-Si puedes, acompáñala a casa, aprovecha la tarde que queda libre de las clases.

-¿Qué?

-¿No lo dijo Marinette en clase? La maestra Bustier le dijo a ella ya que es la presidenta de la clase que les dijera a todos que iba a irse al médico durante la tarde e iba a dar la siguiente hora libre para todos.

-No lo dijo por lo que recuerdo.

-Ah, sí, entonces está grave. Te sugiero algo, ella te va a escuchar si le hablas, quien sabe si te dice que le sucede. ¡Suerte, Adrien! -dijo la chica de lentes parándose en uno de los asientos y gritando.