Tenerte Junto a Mí. ©

VI. Traición

Cancion: Hurt - Christina Aguilera

{"Por el fiel que uno quiera ser, nunca deja de traicionar la singularidad del otro a quien se dirigue,- Jacques Derrida.}

...

Phillipe tenía un mal presentimiento sobre la situación, no confiaba plenamente en la familia Mállete. Aunque la pareja no había cometido ninguna falta hacía a la monarquia, o a la familia Aubriotti, tenía varias razones para desconfiar de ellos, por ejemplo; la primera en su lista era el no conocerles del todo bien, para él, ellos eran extranjeros, extraños, desconocidos, no sabía con exactitud con que clase de humanos estaba lidiando y no podia evitar desconfiar. Lo que más le intrigaba era su extraña aparición, sin explicación alguna. Se quedó pensando un momento y supo que tenía que interrogar a la persona que los encontró a las afueras, tenía que saber con exactitud que es lo que había pasado y el porque. Se negaba a querer ayudarlos por el resentimiento que sentía al ver a su hijo sufrir, no lo podia soportar, se negaba a aceptar que a su hijo menor, a su cachorro le estuviera pasando algo como eso. Sabiendo que Nathalia es humana y su lazo no seria el mismo con Anker. Sería débil a comparación de Anker y Phillipe lo sabía muy bien. Se negaba una y otra vez a tan si quiera buscarles, pero ahora que su hijo estaba envuelto en el asunto, no tenia otra opción más que ayudar y encontrarlos.

Los adultos de la manada y el rey Phillipe se reunieron en el punto de encuentro y rápidamente cambiaron de forma. Phillipe gruñía al sentir el dolor de su cuerpo, algo que solo el líder de la manada experimentaba, era extraño e inevitable. Centró su cuerpo y presencia en el corazón del grupo y observó a su alrededor, cincuenta ciudadanos dispuestos a ayudar. Agradecido y bendecido prosiguió a hablar.

- Les agradezco que todos ustedes vengan en busca de la familia Mállete, no sabemos su ubicación ni la razón por la que huyeron, mi propósito es encontrarlos más tardar esta noche en equipo, - dijo con voz gruesa, llena de poder y líderazmo, todos escuchaban atentos, fieles a su rey,- les pido que busquen a Nathalia y la traigan a mí. Es una recién nacida, por lo tanto tengan cuidado con la pequeña, con eso dicho, encuentren a sus padres,- gruñó y poco después empezó su recorrido al frente de la manada y por último dijo,- busquen sin parar, en todos los rincones de la ciudad, que no escapen,- todos los hombres le seguían y pronto se dispersaron por diferentes rutas y caminos en busca de Nathalia y sus padres.

Mientras tanto, el padre de Nathalia arrastraba a su madre mientras ella lloraba. Rápidamente intentaba callarla para no ser descubiertos en medio del bosque.

- ¡Suéltame Damien!,- gritó la señora Carlota con rabia, ya que ella y Nathalia se hacían daño.

- Jamas, tu eres mi esposa y perteneces a mi lado, Nathalia también es parte de mi,- alterado tomaba a su esposa por el brazo.

- Yo no iré contigo, tu y yo no pertenecemos juntos, entiéndelo,- Carlota forcejeando e intentando huir con la pequeña en brazos, cayo al suelo ante el golpe de su esposo.

Carlota cerró los ojos y abrazó a su hija con fuerza cuando Damien la intentaba apartar de ella. Carlota llorando lo miró con terror y le suplico que parara, pero este no escuchaba. La golpeo a tal punto que la madre de Nathalia llegó hasta el punto de perder la consciencia. Damien recogió a su hija del lugar donde la había colocado y pronto huyó con ella. Dejando a Carlota en el camino, inconsciente y severamente maltratada.

- Se que pegarle a tu madre no esta bien pequeña Nathalia, pero ellos jamas te tendrán, jamas te encontraran mientras que estes conmigo, tu eres mi hija y haré lo posible por esconderte,- Damien decía alterado mientras corría sin parar al auto que tenia preparado para huir con la niña. Abriendo la puerta escucho como los lobos se acercaban agresivamente y subió al coche apresuradamente. Encendió el coche y aceleró todo lo que pudo hasta llegar hasta el otro lado de la división que había entre los dos territorios. El sabia que los lobos no podían cruzar la muralla, ya que sus cuerpos se quemaban de dolor e incluso les causaba la muerte, ya que la maldición causaba ese efecto a los que quisieran huir o atravesar ese territorio. Sonrio para si mismo y miro a Nathalia ponerse roja de su tantos llantos.