All I want (Minecraft Con Noobs)

RECHAZO

Fargan.

Espere fuera del restaurante a que Mangel, Rubius y Alex terminaran de pagar la cuenta. Yo les insistí en que pagarla lo qie había comido pero ellos se negaron. De haberlo sabido habría pedido más comida y vino.

Toda la cena transcurrió entre risas y charlas tontas que sacaba Rubius, hasta me dieron ganas de quedarme más tiempo y no volver a Andorra.

—Que frío —dijo Mangel al salir del restaurante, los otros dos seguían dentro—. No traje un abrigo o algo.

—No hace tanto frío.

Mangel metió las manos a sus bolsillos y se encogió un poco a causa del frío que él sentía.

—¿Cuánto tiempo te quedas? —inquirió con curiosidad—. Mañana podríamos volver a salir.

—Me voy mañana por la tarde.

—¿Y no puedes quedarte más tiempo?

Negué con la cabeza. Si hubiera grabado más vídeos para el tiempo que estaría fuera me quedaría.

Alexby y Rubius salieron y comenzamos a alejarnos de aquel lugar. Rubius se despidió de nosotros y se marchó a casa, Mangel dijo que tenía cosas que comprar y también se fue, sólo quedábamos Alex y yo. Cogimos un taxi para llegar a su casa le dije que lo acompañaría hasta su casa claro que no le dibe que era para pasar más tiempo con él.

—La próxima vez que vengas avisa antes macho —dijo Alex en tono de regaño—. Así saldríamos más, no te veo desde hace meses.

Sonreí como un adolescente enamorado. Joder... Me doy náuseas.

—Lo haré en la próxima... Oye, tú también podrías pasarte por Andorra, te gustan los paisajes ¿no? Podrías quedarte en mi casa, iríamos a las montañas... Me han dicho que las vistas son bellísimas.

—¿Te han dicho? —arqueó una ceja—, dime cuánto tiempo llevas viviendo allá ¿no has visto todo el paisaje de Andorra?

—He visto los paisajes.. Pero hay un lugar, que ahora no recuerdo el nombre —y mira que muchas veces me han hablado de ese lugar—, tienes que subir hasta la cima de una montaña y dicen que te encuentras con un paisaje de ensueño.

Se quedó pensando un momento, supongo que imaginándose el lugar.

—Vale —sonrió—. Algún día iré y me presentare en la puerta de tu casa.

Minutos después llegamos a su casa, encendió el interruptor de la luz y me llevó hasta la cocina.

—¿Quieres algo de beber? —me preguntó revisando la nevera.

—Agua —me aclaré la garganta.

De un momento a otro sentía mucho calor que no era normal, debe ser la idea de que estamos solos en su casa.

Madre mía. Es mi amigo, no debería estar pensando en eso... Aunque yo no lo veo como un amigo.

—Ten —me entregó una botella de agua y comencé a beberla con rapidez—. Pero... Parece que tenías mucha sed.

—Muchísima —tendría que haberme marchado al hotel.

—No te vayas a atragantar.

Recordé algo, y aunque no era asunto mio, era algo que tenía que saber. La duda me ganaba.

—¿Hablaste con Frank? —pregunté sin darle vueltas.

—¿Tú también? —inquirió con el ceño fruncido. Le miré confundido—. Éstos días, las conversaciones con mis amigos giran en torno a ese gilipollas. Que debería hablar con él o que no debería hacerlo, que debería llamarle y esas cosas... Estoy cansado de ese maldito tema.