02. Lo que hacemos para huir.

63 13 33
                                    

Heaven Cowan

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.


Heaven Cowan.


Todo depende de la mente, los pensamientos que desempeña intervienen ya sea negativamente o positivamente —dependiente a la persona— en conductas, emociones, decisiones, y demás. Mi mente muchas veces percibe mis vivencias negativamente dándome paso a ser incapaz, infeliz y temerosa, por eso dudar me hace débil. Porque por más que lo piense las decisiones que tomo son pésimas para mí misma, es decir que mi mente está desarrollada negativamente. Todo forma un punto donde soy consumida por mi temor a dañarme de nuevo.

¿Estoy subiéndome a su carro porque no tengo más alternativas o porque el fondo de mí quiere aprender nuevamente a recibir ayuda?

Muchas, muchas preguntas mientras espero tranquila a que Jan abroche su cinturón de seguridad.

—No era necesario recogerme.

—Sólo quería ayudarte... —la armonía en su voz me otorga aversión.

—Ajá —No lo dejo terminar.

Jan enciende el motor del auto y arranca. No dice nada por un reducido tiempo.

—¿No vas a abrocharte el cinturón? —pregunta pendiente al camino.

—¿No vas a preguntarme adónde tienes que dejarme?

Jan presiona el volante y cierra los ojos con fuerza por unos pequeños segundos, definitivamente soy una molestia para él en este momento, pero no me preocupa en absoluto.

—En fin, ¿Adónde te llevo?, ¿A tu hogar? —pregunta.

—Llévame a Sun king —digo agotada.

—Está bien —el tono de voz se vuelve floja.

Me quedo en silencio, apreciando parte de las calles llenas de autos circulando, reconociendo lugares que solía frecuentar y ojeando personas de todo tipo. La ciudad es bastante grande, tan grande que encuentras bosque y playa, y es fascinante cómo se mezcla.

Saco mi teléfono con cuidado y le envío un mensaje a Agni, mi mejor amigo.

Yo: Voy camino a verte :)

El: ¿Dónde has estado? Tu madre no para de llamar.

Yo: Te explico luego, ahora estoy camino Sun King.

El: Te veo allí, Me contarás qué ocurrió detalladamente.

Yo: ¿Puedes esperarme con algo de comer? :c

El: Claro, ángel.

Yo: Te veo luego.

El: No tardes.

Despego la vista del teléfono y comienzo a ver el camino que recorremos con tranquilidad, el sol está demasiado directo y observo a Jan poniéndose lentes de sol.

Colores Primarios ©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora