02
Siempre me gustaron las mañanas, eran frescas y agradables, con un toque de frialdad por la suave ventisca, pero complementada con el fuerte sol de afuera.
Yoongi está intentando ligarse al chico de cabellos rojos que se encuentra afuera. Su pecho está inflado, su mentón alzado y quién sabe qué tantas cosas estará blasfemando para hacer que el alto le dé su número.
—Una caja de condones, por favor—El azabache frente a mi sonríe levemente.
—¿De cuáles?—Me veo obligado a preguntar, era de las pocas cosas que aborrecía de trabajar aquí.
—¿De los normales?—Ladea la cabeza y eso me causa ternura.
Me giro para tomar una pequeña caja de los que usualmente me piden y el señor príncipe entra por la puerta.
¡ES BANG CHAN! ¡REGRESÓ! ¡REGRESÓ!
—Veinte.
—Gracias—Responde el azabache y pega su teléfono a su oreja seguido de un "JiSung, no sabes lo que acabo de conseguir"
—Hey, hola, Jeongin, buenos días—El señor príncipe saluda y yo quiero gritar de la emoción porque recuerda mi nombre.
—Buenos días—Murmuro casi inaudible por mi jodido nerviosismo.
—¿Me podrías dar aquella bolsa de hielo? Por favor.
—¿Frío?
JODIDO IMBÉCIL, CLARO QUE ES HIELO FRÍO. PENDEJO, PENDEJO, PENDEJO.
Como el señor príncipe es muy educado no me responde con sarcasmo, solo se limita a asentir sin borrar la bonita sonrisa sobre sus labios.
Me doy la vuela para seguir odiándome y poder tomar la bolsa con hielo que se encuentra en los congeladores detrás de mí, paso la misma para verificar el código de barras y de nuevo levanto la vista para contemplar a la obra de arte frente a mí.
—Quince...
El castaño entrega el dinero y se despide con una sonrisa acompañada de un "Gracias".
Yo estoy en las nubes, planeando nuestra boda, los tres hijos que tendremos, las parrilladas que haremos cada fin de semana y mi castillo en Brasil con el señor príncipe...
—¡Se llama Hoseok y tengo su número!—Chilla Yoongi cerrando la puerta con emoción, seguido de eso comienza con su baile de felicidad.
—ESTOY ENAMORADO.
