Besos En La Cara | Jaeden Lieberher y Tú

16- Se mi todo

Estaba escuchando esa canción mientras escribía el capítulo jsjs

Si quieren pónganla cuando estén la rayis y el Jaeden<3

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— Vamos... tú puedes — Me animaba el profesor.

— Gol... — Decía en voz alta. Estaba practicando Braille con mi profesor de literatura, después de mi cita con ___ no la había vuelto a ver y eso había pasado hace semanas, ella me decía por teléfono que estaba estudiando para los exámenes y yo no la quería molestar, así que me dispuse a estudiar Braille, ahora estaba poniendo aprueba mis conocimientos.

— Siente las letras — Pedía el profesor.

Eso intentaba, estaba tocando el pedazo de madera enfrente mío, tenía varios orificios, las palabras en Braille.

— Golosinas — Dije seguro de lo que sentía en las yemas de mis dedos.

— Perfecto Jaeden, has mejorado bastante — Alago mi profesor — Estoy orgulloso de ti.

— Muchas gracias — Sonreí, al fin tenía esperanza de volver a leer de nuevo — Acerca de la carta... — Dije refiriéndome a aquel tema.

— Claro, traje una máquina de escribir en Braille, le pedí a Maggie que te la dejara sobre la cama, después de las lecciones de cómo utilizarla no creo que haya problema para que puedas escribir.

— Perfecto — Exclame contento.

— Recuerda que cuando acabes la carta debes transcribirla.

— Lo haré, muchas gracias por su ayuda — Estire mis manos hacia al frente para poder abrazarle, mi maestro correspondió.

— Bien, debo irme, puedes quedarte la maquina el tiempo que quieras, Maggie me la dará luego, no te preocupes.

Me levante de mi asiento y conté los pasos para llegar a las escaleras, subí por estas y me dirigí hacia mi habitación, cuando llegue cerré la puerta tras de mí y camine hacia mi cama, sentí un peso en esta; Era la máquina de escribir.

Había estudiado mucho con mi profesor de literatura, sabia como utilizarla, solo necesitaba recordar bien cada letra del abecedario y algunas palabras para poder escribir correctamente.

Suspiré y comencé a sentir las teclas de la máquina, eran pocas, pero a la vez suficientes, estaba por teclear la primera letra cuando alguien entro de golpe a mi cuarto.

— ¡Jaeden! — La voz de Megan me hizo saltar de la cama.

— ¿Que te sucede? — Espete enfadado — ¿Porque no tocas?

— Lo siento, espera ¿Que estás haciendo?

— Nada — Trate de restarle importancia — ¿Que necesitabas?

— Jaeden, vine a hablar contigo, seré breve, me gustas — Soltó la chica — Se que fui una tonta al dejarte ir, pero ahora estoy de regreso — Sentí como tomaba mis manos -Se que aún me amas ¿Que acaso no recuerdas nuestras citas? ¿Nuestras risas?

— Megan, yo tengo novia — La corte — Y a diferencia de ti yo respeto mi relación.

— Pero Jaeden — Chillo — Ella no te merece, no puedes estar con ella, ella no te entiende, yo sí.

— No importa si estoy con ella o si estoy contigo, eso no cambiaría las cosas — Susurre.

— ¿A qué te refieres? — ¡Diablos! Megan me escucho — Jaeden de que hablas.

— No es de tu incumbencia — Espeté.

Ella me tomo de los hombros fuertemente, al parecer a todos les encanta hacerme mierda los brazos — Dime, Jaeden, no me iré hasta que me lo digas.