3. ¿Unidos?

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Los guardias vigilaban que todos entraran a sus celdas, y Selene al coquetear con uno de los guardias, le facilitó una celda al lado de la de Gamora. Puede que apenas la conociera, o que se dieran una golpiza, pero no permitiría que humillaran o mataran a una mujer. Sea buena o no.

Ellas habían charlado un rato, de cómo ella podría haber terminado con un mapache y una planta. Gamora era una mujer que no confiaba en nadie, pero Selene transmitía la confianza que nunca había recibido, ni siquiera por parte de su hermana. Cuando Selene calló, su compañera creyó que se había quedado dormida, por lo que no le puso más conversación.

Pasaron los minutos, y ambas escuchan como la celda era abierta. Selene frunció el ceño y caminó lentamente hacia la entrada de la celda y vio como unos prisioneros y dos guardias la sacaban, amenazándola con un cuchillo en el cuello. La castaña tensó su mandíbula y llamó a uno de los guardias, quien no dudó acercarse al ver de quien se trataba.

— ¿Qué sucede preciosa?

—Es que no puedo dormir y estoy aburrida—responde Selene con un leve puchero, ella había notado que se la habían llevado, por lo que tenía que apresurarse. — ¿Podrías ayudarme con ese asunto?—entonces pestañeó coqueta, logrando su objetivo.

El guardia con una sonrisa, presionó el botón, abriendo la celda. Selene era inteligente y muy bella, lo cual siempre usó a su favor. El hombre entró en la celda de manera lenta y cuando estuvo a una distancia prudente, Selene lo atrapó del cuello y acorraló en la esquina de su celda. Rápidamente agarró el taser eléctrico y lo alejó de él. —Quieto.

—Suéltame, perra.

—O, ahora, soy una perra. Cuando estabas apunto de jugar con esta perra—dice mientras acercaba su rostro a él. —Bien, ¿a dónde se llevan a la mujer?

—No sé de qué hablas—pero se interrumpe cuando siente un dolor en su entrepierna, y es que Selene agarró su miembro y lo apretó fuerte.

—Piensa muy bien lo que vas a decir.

El hombre no podía pensar con claridad debido al dolor. Pero entonces su walkie-talkie suena. — ¿Dónde diablos te metiste, Stone?—pero no es capaz de responder cuando Selene le da una mirada severa.

—Buen chico.

Stone, debes estar aquí, se han llevado a la zorra verde a las duchas—exclama divertido, molestando más a la castaña, quien solo apretó más el miembro, haciendo que gima de dolor.

—Si te portas bien, puede que te recompense. Pero para que te quede claro, yo no soy ninguna perra y Gamora no es ninguna zorra—sisea en su oído y, por ultimo besa el lóbulo del hombre para luego empujarlo, tomando el walkie-talkie para que no se comunicara con nadie. Sale de la celda y presiona el botón, cerrando la puerta para que no saliera el guardia y arruinara todo.

Rápidamente se dirigió a las duchas, sorprendiéndose de ver a Peter ahí. — ¿Qué haces aquí?—susurra inaudible, pero asustando al terrícola, quien se giró y cubrió la boca de la mujer. Selene sonrió ante la cercanía, por lo que Peter frunció el ceño confundido, pero luego se dio cuenta de cómo estaban y rodó los ojos.

—Has silencio.

—Y yo que creí que nuestra relación era real—repite las mismas palabras asomándose un poco viendo como acorralaban a Gamora. —Qué imbéciles.

— ¿Para dónde vas?—pregunta Peter deteniéndola. En eso llega Rocket, quien estaba por hablar hasta que otro hombre aparece en la escena.

— ¿Sabes quién soy, verdad?—los tres se giran a ver al hombre musculoso.

| Fight for me | [3]Where stories live. Discover now