High School [Proyecto HipHopRapFem]

3. Fight for those you love [final]

Tu tiempo vendrá
Si lo esperas, si lo esperas
Es difícil créeme, lo he intentado
Tu tiempo vendrá
Si lo esperas, si lo esperas
Es difícil, créeme, lo he intentado

Amsterdam - Imagine Dragons.

Cuatro años después.

Amber y Josh sujetaron mis manos con fuerza, rogándome con la mirada no dejarles solos en ningún momento. Les sonreí para tranquilizarlos y le di un leve apretón a sus agarres, haciéndoles saber que estaba allí con ellos y no les dejaría nunca.

«El vuelo con destino a Holanda está por salir, por favor, pasajeros, aborden»

—Muy bien niños, ya es hora —solté un suspiro y eche a andar junto a los hermanos de Jaden a paso apresurado para llegar a nuestro destino.

Después de someterme a todas las preguntas y tener que mostrar cientos de papeles con la custodia de los niños y todo sobre la adopción, logramos llegar a tiempo para coger el vuelo. Josh y Amber miraban desde la pequeña ventana del avión, con fascinación, las nubes ante ellos. Sonreí nostálgica e involuntariamente mi mano viajo hasta el collar que adornaba mi cuello, aquel que Jaden me había regalado a mis quince años. Cerré los ojos, sintiendo el tacto de aquel preciado obsequio delinear las yemas de mis dedos. Recuerdos llegaron a mí, recuerdos dolorosos pero alentadores que me daban las fuerzas para seguir con todo eso.

Hace unos años, cuando había llegado a la casa de los Grimes, había vivido el infierno en carne propia y había aprendido a lidiar con los demonios. Pero, poco a poco, todo fue mejorando, extremadamente lento, pero mejoraba y eso era lo importante.

No puedo decir que al llegar a mi nuevo instituto hice cientos de amigos, ni que Carol dejo de tratarme mal y se comportó como una madre. Aaron, se había encargado de decirle a todos en el instituto que mi padre estaba en la cárcel y tras eso, las burlas no tardaron en llegar. Pero a mí no me importaba puesto que ellos no me conocían y jamás llegarían a hacerlo realmente. Porque yo ya tenía a alguien que conocía cada faceta de mí y con él ya era suficiente, porque no necesitaba nada más que su incondicional amistad.

Fueron pasando los años y, para sorpresa de todos, mis calificaciones eran bastante buenas, lo suficiente como para llegar hasta el punto de poder ganar una beca para una prestigiosa universidad en Amsterdam. Supongo que las letras no se me daban tan mal.

Cuando Carol se enteró de esto, sorprendentemente, me felicito e incluso celebro mi triunfo, aunque era claro que únicamente estaba presumiendo los logros de su hija adoptiva. Pero en fin, por lo menos yo estaba feliz.

Jaden no se quedaba todas las noches conmigo y en las últimas semanas se le veía muy nervioso, mirando continuamente a su alrededor y llevando su vida muy a la deriva.

Más de una vez, Carol había buscado la cinta que la comprometía para destruirla. Pero Dora, la ama de llaves de la casa, se había ofrecido a guardarla en su casa hasta que yo pudiera tomar mis propias decisiones con libre voluntad.

Cuando cumplí los 18 años, no dudé ni un segundo en irme de casa y alquilar un pequeño piso en un tranquilo barrio (por alguna razón, no quería volver a Bronx pues sabía que no era la mejor decisión) Y, para mi sorpresa, el Dr. Grimes me ofreció un trabajo como secretaria en su consultorio. Acepte encantada, porque a) necesitaba un empleo y b) no es que tuviera otra opción. Si quería ir a Amsterdam, debía trabajar para poder sufragar el viaje.

Pero, entonces, todo sucedió, un día estaba feliz y al otro quería que todo el dolor terminara y me devolviesen lo que más me importaba en la vida: Jaden.

Todavía recuerdo aquel día, el día en que mientras yo ordenaba unos papeles del consultorio, el nombre de Jaden proviniendo desde la pantalla de la televisión se ganó mi atención.

«Todo indica que era un asesinato planeado, posiblemente un ajuste de cuentas» había dicho el reportero.

Siempre supe que Jaden estaba en cosas ilegales e incluso yo lo estuve en mi tiempo. Pero jamás me llegue a imaginar que eso lo llevaría hasta la tumba, arrojando a su paso cientos de cristales rotos que cortaran e hirieran a todos sus seres queridos.

Jaden tenía dos hermanos y, para ellos, él era prácticamente su padre puesto que el verdadero padre de ellos había huido de la justicia varios meses atrás después de robar una tienda a mano armada. La madre de Jaden murió de cáncer cuando él solamente tenía 14 años, dejando a sus hermanos menores únicamente a su cargo. Pero, ahora que Jaden no estaba, aquellos niños se quedarían solos, posiblemente serían enviados a un orfanato y dados a la primer familia que se presentase y, en un caso peor, nadie los adoptaría. Me sentía identificada con aquellos niños y no podía permitir que viviesen todo lo que yo vivi.

Por eso, contrate a un abogado que me ayudara para que, a pesar de mi edad, pudiese adoptar a los pequeños. No fue fácil, tampoco fue barato, pero todo valió la pena. Perdí mi beca en Amsterdam puesto que no querían a una madre joven con dos hijos y sin un trabajo estable en su institución. Pero, aún tenía unos cuantos ahorros y el trabajo en el consultorio, por lo que seguí trabajando hasta llegar a comprar tres boletos de avión y preparar mi vuelo a Amsterdam.

Y entonces, aquí estaba, sin saber qué me deparaba la vida, sin saber algo referente a mi futuro y con el destino de dos niños en mis manos.

Pero lucharía, por ellos y por mí, de eso estaba más que segura. No defraudaría a Jaden, cuidaría de sus hermanos como si fuesen míos y, pasase lo que pasase, no me dejaría caer nunca más, porque ahora tenía dos pequeños ángeles y mientras ellos estuvieran conmigo, la esperanza también lo haría.

FIN.

Muchísimas gracias a todos los que me apoyasteis con esta historia, a todos los que me brindasteis de vuestro tiempo o simplemente votasteis y comentasteis un agradable “síguela” todo vuestro apoyo me ha ayudado muchísimo y os debo mucho, espero no haberos decepcionado con este final y que os animéis a leer mis otras historia. ¡Muchas gracias por todo! xx