Ese tipo de amor convierte a un hombre en un esclavo. Ese tipo de amor envía a un hombre directo a su tumba.
Me vuelvo loco, loco, loco bebé. Lo enciendes, luego te vas. Si, me vuelvo loco, loco, loco por tu amor.
¿Que puedo hacer cariño?
Me sie...
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Liv había pasado la última semana intentando superar la enfermedad más mortífera en el cuerpo de una adulta de 26 años, la gripe.
Mayormente las enfermedades iban y venían cuando uno estaba dentro del campo de medicina.
Pero cuando Liv se resfriaba, era como si un auto la hubiera atropellado.
Es por eso que ella había faltado al trabajo por un día, se mantuvo en cama y no le dijo a nadie que es lo que pasaba, él único que sabía de su resfriado era el jefe Webber.
Sin embargo, hoy se sentía con ganas de ir al trabajo. Había tomado medicamentos y estaba considerablemente mejor de salud, lo malo, es que eso no se reflejaba en su físico. Aún tenía los ojos cansados y la nariz un poco roja. Si una persona normal la viera, creería que ella es una adicta a la marihuana.
Pero felizmente había algo llamado maquillaje, que si bien no ocultaba todo, por lo menos lo disimulaba.
Ella estaba durmiendo cuando escuchó la voz desconocida de una chica, que gritaba y se reía como si todos en la casa estuvieran sordos.
Se trataba de Sadie, amiga de Meredith de la universidad.
Todos se incomodaron cuando ella llegó, que inmediatamente desayunaron y se fueron al trabajo.
El problema es que ni siquiera ahí se pudieron deshacer de ella, al parecer Sadie iba a quedarse en Seattle Grace para hacer su internado.
Cuando llegaron al hospital, cada uno tomó su rumbo. Y Liv se encontró con Mark, el mejor amigo de su hermano y a la vez su "amigo" o eso es lo que ambos decían ser.
- Te ves fatal... ¿por qué faltaste ayer? -preguntó Mark.
Liv se puso a pensar en la respuesta que iba a dar a la gran pregunta de Mark. ¿Acaso no era obvio?