Duncan McLeod se ha casado por "salvar a su clan", al menos eso es lo que él piensa y quiere hacer creer, pero la atracción que siente por su ahora esposa, es muy fuerte, algo que el se lo atribuye a la pasión y la lujuria, asi como a su arrebatador...
Gracias a la ayuda de Morrigan, rápidamente se encontraron en un barco que los conducía a su hogar… Dunvegan!! Mientras viajaban, la Dama Oscura veía como su hija no dejaba de reír y abrazar a su esposo, quien correspondía de la misma manera… incluso colocándose de rodillas para besar aquella barriga que sobresalía de su hija… sin duda eran felices… y lo merecían!! Sus ojos se llenaron de lágrimas… sus tres hijas eran felices… lo sabía y ella misma no podía estar más contenta por ello, porque sus maridos eran hombres buenos y las amaban tanto que darían la vida por ellas… su corazón y el de Eneida estaba conforme, ellas tendrían lo que nunca pudo tener… a alguien que estuviera para ella en los momentos más difíciles… un apoyo… un asidero al cual agarrarse cuando la tormenta era más cruenta. Unos poderosos brazos la tomaron por detrás, apoyando su cabeza en el pecho de aquel hombre que… le había dado mucho más en estos pocos meses, que los demás en todos los milenios vividos… incluso que Nuada. - Tu tristeza es tan espesa que incluso puedo tocarla!! Ahí estaban de nuevo aquellos desarrollados sentidos de aquel hombre, sorprendiéndola. - No estés triste muchacha… es tiempo de alegría, de vivir, de sonreír… - Vamos a ser abuelos!! Ese es un motivo muy grande para estar contentos!! Tomándola de los hombros hizo que se girara para verlo… ella extendió sus manos sobre el rostro tan apuesto de aquel hombre que se había convertido en alguien muy importante en su vida. - Si de algo te sirve… cuentas conmigo muchacha… siempre encontraras en mí, oídos que te escucharan cuando quieras hablar… un hombro donde apoyarte cuando te sientas cansada… unos brazos que te brindaran consuelo cuando estés triste… y un pecho donde colocar tu rostro cuando quieras llorar… siempre estaré para ti… en lo que me reste de vida!! Justamente las palabras que necesitaba oír!! Y abandonándose en los brazos de Logan, lo besó con desesperación, con angustia… pero con esperanza. Se separaron cuando sintieron a Duncan y Ailsa frente a ellos… observando toda la escena, sintiéndose cohibida por primera vez ante su hija, cosa que Duncan también notó, e hizo énfasis en ello. - Qué bueno suegra que se siente apenada!! Y tu Logan!! Es que acaso piensas seguir aprovechándote de mi suegra?? Crees que dejaré que sigas haciendo lo que haces?? Por si no te has dado cuenta, ella tiene quien vea por ella… me tiene a mí, y aunque te considere como a mi padre, no voy a permitir que ustedes dos, sigan haciendo las cosas como dos chiquillos… de ninguna manera!! - Ya puse al tanto a Ailsa, Logan!! Cuando Duncan dijo eso, un adorable rubor mancho las mejillas de Logan, quien apenado bajó la cabeza como un crío… haciendo que en el corazón de Morrigan naciera la ternura. - Vaya!! Hasta que muestras algo de vergüenza!! Como te dije… - Ya basta Duncan!!! Duncan se calló ante la orden de Logan…
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- He de admitir que tienes razón muchacho… no he obrado con honor… me he dejado llevar por lo que siento. Y volviéndose a Ailsa, tomo las manos de la muchacha entre las suyas ante la mirada de Duncan y Morrigan. - Pero en ningún momento se me ha ocurrido aprovecharme de tu madre, lo que entre nosotros hay, es un sentimiento genuino, que por mi parte llamaré amor, pero comprendo muchas cosas de tu madre y sé que ella también tiene sentimientos por mí, pero es a ella a quien le corresponde colocarles un nombre. Soltando las manos de Ailsa y volviéndose a la mujer que había robado su corazón, se puso de rodillas delante de ella. - Sé que soy un simple humano Morrigan, un suspiro en tu vida si quieres, pero este humano que ahora está de rodillas ante ti… te ama, hiciste que florecieran en mi sentimientos que creí, nunca volver a sentirlos, te conozco y sé muy bien a quien pertenece tu corazón, y no es que no me importe, pero el padre de tus hijas llegó mucho antes que yo, ahhh… pero sé también que tengo un lugar, aunque sea pequeño en ese hermoso corazón que has abierto ante mi… muchos en ti ven oscuridad, sin embargo, cuando apareces ante mí, solo veo como iluminas mi vida con tu sonrisa… amo el brillo de tus ojos oscuros, amo tus silencios, amo tus secretos… amo… cada cosa de ti que te ha convertido en la mujer que eres. - Yo no soy un hombre con riquezas, mi hogar es una cabaña junto al mar, pero si soy un hombre fiel, honesto, que te puede asegurar que no te faltará nada, que moriré por darte todo lo que mereces… pero sobre todo… quiero que me dejes hacerte feliz. - Es por ello Morrigan… que ante nuestros hijos… y con sencillez de corazón, he de pedirte que me concedas el honor de… ser mi esposa. Ailsa colocó su mano en su boca, mientras que Duncan la rodeaba entre sus brazos… el rostro de Morrigan era otra cosa… no traslucía absolutamente nada, pero en su interior una miríada de emociones chocaban entre sí.
