cap. 4

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ya se que tengo un putal desde no que actualizo esta madre y ya tiene 355 leídas wao.
les tkm a todes.












bueno, ahora sí. Fin del espacio publicitario.








Era madrugada y ambos chicos estaban dormidos como era de costumbre, estos obviamente yacían dormidos en sus respectivos cuartos, la noche estaba nublada y lluviosa, había truenos y relámpagos pero estos eran leves, aunque para el peliblanco parecían casi bombas cayendo afuera de su casa, parecía estar dormido, sí, pero simplemente mantenía sus ojos cerrados, rogando a lo que sea que estuviera allá afuera que parara la lluvia o que lo hiciera sordo el tiempo que estuviera lloviendo; no aguantó más y salió de su pieza, cerrando la puerta tras él con cuidado para no despertar al foráneo, porque este, el azabache se ponía pesado si le interrumpían el horario de sueño.

— la puta madre, a ver a qué horas se acaba la lluvia, no deja dormir ni con los oídos tapados. — el pálido había tomado un vaso de agua previamente, antes de sentarse en el sofá y prender la televisión en un volumen moderado. — si ahorita tengo ojeras no me imagino cómo voy a amanecer mañana.

habló bajo, achicando sus ojos por el potente brillo de la televisión. en eso, escucha como la puerta de la pieza de Darkar se abre y este talla su ojo mientras camina hacia el baño, Mecoboy camina lentamente hacia la puerta del baño, esperándolo frente a esta hasta que el azabache saliera.

— wey, las pinches tres de la madrugada, pinche hora del diablo que me levantó a hacer pipi, putos los demonios que me dijeron que tomara agua antes de— ¡NO MAMES, LA LLORONA! — gritó Darkar al abrir la puerta, encontrándose con meco quién solo hizo un gesto de incomodidad y desagrado.

— Cállate, solo quería pedirte un favor.

— uy, a ver, ¿estás caliente? si es así quítate a la chingada.

— No, pendeja, no es eso. No puedo dormir y quiero que vengas a dormir conmigo en mi cuarto o que me des algo para dormir, no sé.

— ¿te suelto un vergazo?

— ¡NO, PENDEJA, NO!

— Uy, ¿pues entonces qué chingados quieres que haga?

— ¡QUE DUERMAS CONMIGO!

— Ándale pues, vete al cuarto y ahorita te alcanzo.

El pálido obedeció las palabras de Darkar y se dirigió a su cuarto, dejando la puerta entreabierta y lanzándose a la cama para enredarse entre sus cobijas con rapidez, y dejar un pequeño espacio para el chico quien prontamente se asomó por la puerta y la cerró detrás de él.

— ¿tan mal te ponen los putos truenos?

— sí, cállate y acuéstate.

el ojimorado le hizo una mueca de burla y acaparó el espacio dado por el chico dueño de la habitación, el peliblanco abrazó la espalda del contrario y cerró sus ojos, no pasó mucho tiempo que el chico quedó dormido abrazando al azabache.

Al día siguiente, desertó por los finos rayos de luz que traspasaban sus cortinas, dándome en el rostro, abriendo sus ojos en chiquito para poder ubicarse en tiempo y forma al lugar en el que estaba, unos segundos después de recuperar la conciencia, divisó el rostro del chico que durmió con el la noche anterior, y simplemente se sonrojó, este pensó que en cuanto él se durmiera lo abandonaría, sin embargo él se quedó, a su lado.

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2020 ⏰

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¡YA DEJA DE ESTAR CHINGANDO! [darkoboy] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora