Capitulo 26

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Martes,eran como las dos de la tarde y estaba en casa, estaba algo inquieta por el frio que hacia ese día y por lo que sucedía en la habitación cruzando el living.

Mi madre se encontraba en estos momento hablando con Samuel, ¿de qué? no sé, ya que no me dejaron entrar.

Estaba en la cocina, sentada en el taburete frente a la mesa, la casa estaba silenciosa, ni los murmullos de Samuel o mi madre se escuchaban, Dios esto era una tortura, ¿por qué me hacían esto?

El estómago comenzó a dolerme un poco y rápidamente lleve mis manos a mi estómago por arriba de mi ropa, debía quedarme tranquila los nervios podían hacerle algo al bebe y no quería eso, no quería que nada malo le pase, no me lo perdonaría.

Respire hondo y luego solté el aire.

En esos momentos se escucharon pasos y algunas voces, camine al living para encontrarme con mi madre y Samuel.

-Hola-dije acercándome a ellos, los dos me miraron y Samuel se acercó a mí y beso mi frente.

-Hola-susurro frente mío.

-¿Todo bien?-pregunte mirando a mi madre.

-Todo bien-dijo con una sonrisa la cual me extraño.

-Okey-dije algo dudosa y pose mi atención a Samuel que me miraba con ojos brillantes.

-¿Qué?-pregunte frunciendo el entrecejo.

-Nada-dijo negando.

-Bueno los dejare solos, hija mañana iremos al médico, te acompañare-dijo y yo asentí en forma de respuesta, mi madre se acercó a mí y beso mi frente-Felicidades-susurro en mi oído y yo no comprendí, seguro lo decía por él bebe.

-Emm gracias-dije sonriendo a medias, ella sonrió y después desapareció en su estudio.

-¿Me dirás de que hablaron?-pregunte y el negó.

-Mejor vamos a caminar-dijo y me tomo de la mano guiándome a la puerta.

-¿Caminar? pero hace mucho frio-me queje, él sonrió y después me entrego mi abrigo que estaba en el perchero junto a la puerta.

Negué divertida y me lo puse, él también se puso su abrigo y después abrió la puerta, tomo mi mano y salimos de casa.

-Dime de que hablaron-insistí jalando un poco de su mano, pero él no me dijo nada, estábamos en una plaza, aunque hacia algo de frio me gustaba la pequeña caminata con Samuel, caminamos por el parque hasta que nos detuvimos en un pequeño puente.

-No fue nada interesante solo hablamos de cosas y de lo que pasaría en el futuro con nosotros, él bebe, todo-dijo mirándome.

-Está bien-dije enojada y me solté de su mano, me acerque a la orilla del puente y mire el agua.

Escuche pasos y después sentí como me abrazaban por detrás.

-No te enojes-susurro y beso mi mejilla, sonreí y nos quedamos en silencio.

-Puedes creer todo lo que paso hasta ahora, tu un profesor, yo tu patética alumna, junto con un bebe en camino ¿creíste que alguna vez esto pasaría?-pregunte acariciando su mano que estaba sobre mi vientre, el dolor por suerte había desaparecido.

-El destino es raro, cuando menos te lo esperas te pone en diversas situaciones-dijo

Gire mi cabeza y lo mire, él tenía la vista perdida en el agua.

Mire en dirección al agua también, todo parecía perfecto, casi irreal, tenía a Samuel conmigo, íbamos a tener un bebe, en pocos días me graduaría y comenzaría la universidad (aunque no sabía muy bien en que). No había ya nadie que pudiera separarnos.

Samuel se separó de mí y yo me apoye en la orilla.

-______-escuche que Samuel me llamaba de atrás.

-¿Qué?-pregunte sin mirarlo.

-______ mírame-pidió.

-Creo que me puedes decir lo que quieras sin la necesidad de que te esté mirando ¿no crees?-pregunte apoyando un codo en la orilla del puente y mi mentón en mi mano.

-No, creo que ahora es importante que me mires para lo que tengo que decir-dijo y yo algo cansada me gire.

Mi corazón se detuvo y sentí que me faltaba el aire, Samuel estaba frente mío, arrodilla en un pierna y en sus manos tenía una pequeña cajita abierta que mostraba un anillo con un pequeño diamante, era el anillo de bodas de mamá, muchas veces lo había visto en su mano.

-Sé que pasamos muchas cosas y que todas esas cosas los dos juntos supimos superar, por eso sé que te amo y que nunca conoceré o encontrare a una chica con tus cualidades, por eso me gustaría que compartieras conmigo el resto de tu vida _______ ¿te casarías conmigo?-pregunto y yo no sabía que responder estaba tan en shock.

Lo mire y luego al anillo.

-Necesito-aclare mi garganta ya que me quede sin voz-¿Esto lo haces por qué quieres hacerlo o porque mi madre te obligo?-pregunte como siempre arruinando el momento.

Samuel rió y después dijo.

-____ te amo, esto lo hago porque te quiero, quiero que seas mi esposa, mi compañera, la madre de mis hijos, cuando le dije a tu madre que me quería casar contigo ella me dio este anillo sabiendo que te encanta, ahora por favor contesta a mi pregunta -dijo aun arrodillado-¿Te casarías conmigo?-volvió a preguntar.

Mis ojos ya estaban todos llenos de lágrimas y no aguante más y las solté.

-Si-dije llorando, mientras asentía como tonta-Si quiero casarme contigo-dije y me abalance hacia él y lo bese intensamente-Te amo-susurre sobre sus labios.

Él se puso de pie y me abrazo por la cintura elevándome un poco del suelo.

-Yo también te amo y mucho-dijo y me beso.

Nos separamos y Samuel me puso el anillo, mi mano temblaba como nunca y yo me sentía tan feliz con una sonrisa en la cara.

-Dios esto es muy extraño-dije feliz mientras mordía mis labios.

-Te dije que el destino era raro-dijo y yo lo abrase fuertemente.

-Te amo tanto-susurre sobre sus labios.

-Yo también te amo-susurro él, agarro mi rostro y lo beso dulcemente.

Mi Alumna FavoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora