Mejor una vacuna

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Senku llevaba los tres días que Kohaku llevaba en su casa, enfurruñado.

Apenas salía de su cuarto, estaba muy irascible y le molestaba cualquier objeción o hasta un simple saludo.

A Kohaku no la hacía ni pizca de gracia que el científico que tan bien se había portado con ella y tanto se había preocupado al conocerla, ahora la riñiera por todo. Igual tenía sus razones para reñirla, pero era un poco brusco. Y esa actitud estaba empezando a cansar a Kohaku.

Al llegar, Kohaku se quedó maravillada. Había muchos cacharros tecnológicos y un laboratorio que parecía de especialistas y todo. Tenían un generador de energía de reserva (ya que estaban en un apocalipsis, la energía se había casi parado) y hasta unas cuantas placas solares para generar su propia energía. Quedaron en que Yuzuriha y ella dormirán juntas en la habitación de Byakuya ya que la cama era doble y grande. Mientras q Senku y Taiju dormirán en el cuarto del científico, uno en la cama y otro con un futón en el suelo. La primera noche que durmió allí todo estuvo normal. El problema llegó la mañana siguiente.

-Buenos días chicos- Saludó Yuzuriha. Mientras que Taiju y Kohaku llegaban recién levantados por su instinto de comer. Senku ya se había levantado y estaba con el ceño visiblemente fruncido.

- Senku ¿has desayunado ya?- dijo el castaño frotando sus ojos por el sueño.

- Si- gruñó el científico.

- ¿Acaso te levantaste con el pie izquierdo? - Bromeó Kohaku.

- Calla leona, estoy pensando, apreciaría el silencio. Y haz el favor de tomarte una cuchara de este antibiótico todas las noches, tu herida se infectó.- Senku estaba visiblemente enfadado.

Kohaku estaba por decir algo, pero decidió callarse la boca dado el mal humor del peliverde al hablar.

Y el día fue un poco así. Cada vez que cualquiera de los tres abría la boca, Senku se enfadaba y pedía silencio. A parte de que se tiró el día entero encerrado en el laboratorio y rechazando cualquier visita. La rubia y los castaños se extrañaron bastante del comportamiento del científico. Ambos coincidieron en que ese comportamiento se salía bastante de su carácter habitual. Aún así prefirieron dejarlo haber si se le pasaba el repentino enfado.

Al día siguiente la cosa no mejoró.
Senku estaba aún más irascible. Cada vez que Yuzuriha o Taiju le decían de comer algo que habían preparado, este los rechazaba y les reprimía diciendo que no perdieran el tiempo cocinando y encima cosas con grasa que no venían bien en esa situación. Y cogía un simple tazón de ramen o algo y se encerraba en el laboratorio de nuevo.

Los demás se empezaron a preocupar. Sus enfados no solían durar más de un día, o nunca habían llegado a enfadarme tanto. No le restaron importancia al asunto, pero decidieron dejarlo estar por el momento y tener precaución de no molestarle.

El tercer día la cosa se fue de las manos. No salió de su cuarto en todo el día, salvo para comer e ir al baño. Y cuando salía y se cruzaba con alguien, era saludarle y él gruñía o regañaba sin motivo alguno a los demás. Aunque intentaba sonar lo más lógico posible.

Ahí la cosa se había ido de las manos así que Taiju, Yuzuriha y Kohaku decidieron hablar sobre ello seriamente.

- Yuzuriha ¿dónde está el antibiótico?- dijo Kohaku abriendo y cerrando cajones extrañada.

- Está en la mesilla del cuarto. ¿Ya es de noche? Vaya se me ha hecho largo el día, parace increíble que hayamos llegado por fin a la noche.- Yuzuriha suspiró visiblemente cansada.

- Si... Ahora vuelvo, voy a tomarme el antibiótico.-

- ¡Yuzuriha!- dijo el castaño bastante alegre.

Zombie Vaccine (Senku x Kohaku)Where stories live. Discover now