Magia [Broppy]

Cupido Lila

-¡Vamos! Eso no puede ser cierto.

-¡Te lo juro! Lila no pudo cantar por dos semanas luego de haber comido sus propios pastelillos.

Estábamos comiendo algunas verduras que colectamos en el camino, y cocinamos con la fogata que ahora rodeamos. Según Jess si salimos temprano, estaríamos llegando a Trollstopía al mediodía. No voy a mentir, estoy muy ansioso. ¿Estaré realmente preparado? ¿Y si mi magia no es suficiente?

¿Y si fallo y Stella decide ir por Villa Troll?

-Y dinos Ramón... ¿tienes alguna chica en mente? – me pregunta Jess guiñándome un ojo y yo me sorprendo.

Primero, no estaba siguiendo el hilo de la conversación. ¿Cómo pasamos de pastelillos tóxicos a cosas sobre el amor? Segundo, ¡ya tuvimos esa conversación! Lo único que atino a hacer es balbucear y evitar la mirada de Poppy.

-No lo molestes, Jess. ¡De seguro tiene decenas de pretendientes! Todos esos años jugando a la supervivencia te dejaron en buen estado – ronronea Lila mientras acaricia un poco mi brazo. ¿Cómo pretende ser mi cupido si no hace más que coquetearme? – tienes una voz hermosa, ¿lo sabias?

-Claro que lo sabe. Todos lo sabemos – interrumpe Poppy. Sus manos tienen un ligero brillo rosa, está funcionando – deberíamos dormir, ¿no creen? Mañana es día importante.

-Tienes razón, ¡Oye, Ramón! Me da miedo la oscuridad, ¿podrías dormir conmigo? – me pregunta ahora la princesa, poniendo un dedo sobre mi pecho. Siento que mi amiga me matará con solo mirarme. Iba a alejarme pero su brillo se hace más fuerte, asique solo me hago el bobo.

-¡¿Qué?! No, él duerme conmigo.

-Vamos, Poppy. Ni que fuera tu novio. ¡Si quiero puedo hasta besarlo! – determina Lila, antes de pegar sus labios con los míos. ¿Qué chispas...?

-¡Ya basta! – grita Poppy. Alza sus manos y de un momento a otro tiene a Lila en el aire, atrapada en un remolino de aire. El viento, controla el viento – traté de mantener la calma y tener paciencia como toda buena reina, ¡pero todos tenemos límites!

-¡Poppy, para! ¡No la dejas respirar!

Inmediatamente la suelta y mira sus manos realmente emocionada. Comienza a correr en el lugar y grita extasiada.

-¡Tengo magia! ¡Lo logré!

-Te lo dije – sonríe Lila mientras saca varias hojas y ramas que quedaron en su cabello –nada que un poco de mi increíble habilidad para molestar a las personas, no pueda resolver.

-¡Gracias por hacer nacer mi magia! – la abraza – pero sigo enfadada contigo – la suelta y se va pisoteando a su tienda.

-Bueno, aquí mi trabajo está hecho, ¡que duermas bien! – corre Lila.

-¡Gracias por dejarme el desastre a mí!

Me encargo de apagar la fogata para que no haya ningún incendio, y me dirijo hacia la tienda que comparto con Poppy. La conozco y seguramente sigue despierta pensando en que descubrió sus poderes, o en el beso que me dio Lila. O en ambas.

-¿Ya te dormiste? – pregunto mientras me acomodo en mi cama improvisada.

-Pensé que dormirías con Lila – me susurra. Nos ponemos frente a frente, su cara no tiene expresión alguna.

-¿Por qué haría yo eso? Debo protegerte de los monstruos que acechan en la noche, ¿no? – bromeo para sacarle una sonrisa, lo cual funciona.

-No lo sé, tal vez porque te gusta ella.

-No me gusta Lila, ni lo hará nunca. Mi corazón esta solamente para una troll especial – le susurro mientras dejo leves caricias en su cabello. Supongo que es el momento perfecto para decirle cuanto la amo.

-¿Enserio? – sus mejillas están sonrojadas y sus ojos contienen algunas lágrimas - ¿quién?

- Cuando veo tus colores, sé que te amo.

Canto aquella canción tan significante en nuestra relación, solo para ella. Abro una vez más mi corazón ante la troll que me saca suspiros incluso en mis sueños y que seguiría al fin del mundo con el tal de tenerla a mi lado.

- No temas que al fín, los vea asomar – ella sigue el verso mientras se acerca a mí.

- Tus colores reales, que hermosos son... de arcoíris – terminamos la canción cantando juntos.

Termino de acercarme a ella para unir nuestros labios. Se siente dulce y suave, siento cosquillas en mi estómago y mi corazón latir fuerte. Nunca creí que este momento llegaría, pero aquí estoy, con la troll de mis sueños en mis brazos.

No sé si ella tenga algo de práctica, pero yo tengo experiencia nula con cualquier cosa que esté relacionado con noviazgo.

Pero de algo estoy seguro; daré todo de mí para ser lo que ella merece.