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capítulo cinco peleas familiares
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—¡Vaya propiedad que se pueden costear los Sabini! — habló Arthur entrando a la mansión de Sophia— ¿Sólo tenemos qué lamerles los pies o sólo tienes qué cogértela para conseguir algo así hermano?— bromeó hacia Thomas.
— Ese tipo de negocios son los qué más evito señor Shelby— le dijo Sophia desde las escaleras, avergonzando al mayor.— Con un poco de suerte y buenas conexiones estoy segura qué usted podrá darse el lujo... Es por eso qué Thomas hace los negocios ¿o me equivoco?
— Es por eso... — asintió Thomas.
— Muchas gracias por venir. Es para mí un honor tenerlos, a todos los hermanos Shelby...
— El placer es todo nuestro — dijo John.
— Pueden pasar por aquí — les indicó la pelinegra— extendiendo su mano en señal hacia la oficina.
John no pudo evitar pasar su mirada de arriba abajo a la chica, y es que quien podría negar lo hermosa y elegante que Sophia Sabini era.
Arthur por su parte pasó avergonzado de que la chica le hubiese escuchado, más por que esta imponia respeto.
Thomas apagó su cigarrillo y paso de lado de Sophia ignorandola por completo.
Sophia tomó asiento frente al trío y les extendió unas copias de contrato.
— Espero que su hermano les haya hablado un poco de los negocios qué hemos discutido. Quise hacer esto diferente e involucrarnos a todos, sé de buena fe que no hay nada más importante para Thomas Shelby que su familia, incluso su felicidad propia o amor ¿no es así?— comentó la pelinegra dejandoles saber que ya había investigado todo sobre ellos, incluso el inconveniente con la rubia. Soltó un suspiro. — Yo, en cambio. Odio a mi familia, amo hacer todo sola, todo lo que he construido y logrado, lo he hecho sola, mi familia se ha encargado solamente de criticarme, traerme abajo, poner obstáculos en mi camino y hacer de todo para que yo no sea exitosa.
