5

4.3K 649 209
                                    

“Cada historia de amor tiene su dosis de divertidas consecuencia”

..
.
….


Suspiró irritado y con dolor de cabeza mientras rodaba en su cama y tapaba su rostro con una almohada, ahogando de paso un grito frustrado. Sentía su rostro caliente y un tumulto de sensaciones horribles y desconocidas en su estómago, habían pasado ya dos semanas, en las cuáles no había tenido pista alguna de la ladrona libidinosa hasta ese día.

“Te… amu.”

El le había susurrado esa, gramaticalmente, mala palabra a esa chica, y ni siquiera recordaba su rostro, ni su voz, ¡¡Ni nada!!, Lo único que empezaba a recordar eran todas sus acciones vergonzosas que hacían que quisiera enterrar su rostro bajo tierra.

Y medio de toda esa vergüenza y humillación propia, se había dado cuenta que el alcohol era un demonio que debía desaparecer del mundo para siempre… o al menos de su mundo.


—L-le propuse matrimonio…—susurro desde el marco de la habitación de su hermana menor quién la observaba medio dormida y medio confundida.

—¿De qué hablas Nee-chan?.—preguntó Hanabi, ahogando un bostezo.

Pero ella negó mientras terminaba de adentrarse a la habitación, sintiendo su rostro a punto de explotar.

“—S-Sasuke-kun… cásate conmigo.”

Él eco de esas palabras retumbó en su cabeza nuevamente, destrozando sus nervios y la poca saludo metal que le quedaba.

¡Dios, ella no podía haber dicho eso!... ¿Cierto?, Ella no pudo haberse humillado hasta ese punto, no era posible. No podía ser posible.

—¿¡Que hago si él lo recuerda!?—pregunto en medio de su histeria, metiéndose entre la sabanas de su hermana y tapando su rostro de los ojos confundidos de Hanabi.

—¿De qué rayos hablas Nee-chan?.—preguntó, pero ella solo gimió, Dios, no creía ser capaz de mirar el rostro de Sasuke nuevamente en toda su vida, al menos no de frente. Sentía tanto miedo, vergüenza y nervios.—Empiezas asustarme, ya explícame qué sucede.—ordeno saber su hermana menor, y principal culpable de esa vergonzosa situación.

—Le propuse matrimonio a Sasuke-san.—susurro mortalmente avergonzada, con su rostro cubierto por las sábanas, evitando ver la burla en los ojos claros de su hermana.

Durante varios segundos no hubo nada más que silencio, por lo que tímidamente sacó su rostro de entre las sábanas y miró a su hermana, quién la miraba con una mezcla de incredulidad y escepticismo.

—¿Hanabi…chan?.—susurro, pero su hermana solo la miró y negó, mientras dirigía su mano a su cabeza en una suave caricia.

—¡Oh Nee-chan, estás acabada! ¡Tú solo te hechas tierra en la cara!.—susurro sin dejar de acariciarle la cabeza, mientras le dedicaba una mirada de lástima y pena ajena.

.

Al momento en que entró en aquel salón la mayoría de las miradas se posaron sobre él, y no es que fuera algo extraño, pero desde esa maldita fiesta se sentía más paranoico de lo que se considera normal. Cada mirada sobre el, era como una estocada más a sus desgastados nervios.

¿Y si la ladrona libidinosa público fotos de él desnudo?

¿Y si la ladrona libidinosa le comento a alguien que él había dicho “te amo”?.

¿Y si la ladrona le dijo a todo el mundo que él lo había hecho mal?

¡¡Maldición su orgullo como hombre estaba en juego!!

—Mmm… etto, S-Sasuke-san.—la suave voz a su espalda lo hizo dar un pequeño respingón, imperceptible para la mayoría, menos para aquellos verdaderos observadores, tales como Hyūga Hinata.—¿S-sucede algo? ¿Se siente mal?.—y la preocupación en aquella suave voz solo lo hizo sentirse estúpido y ser consiente de la manera ridícula en la que estaba actuando.

Quizás y solo quizás, la ladrona libidinosa era alguien decente, y no una loca más de su club de acosadoras 24/7.

—Estoy bien.—gruño en respuesta caminando finalmente dentro del salón, sintiéndose animal de zoológico nuevo.

.

Ella observó su espalda tensa al caminar y suspiró un poco aliviada, él no parecía recordar absolutamente nada de esa noche, de hecho ni siquiera parecía que sospechara de ella, lo que era un decepcionante punto a su favor.

Suspirando nuevamente termino por adentrarse al salón caminando en dirección a su lugar junto a él, quién ni siquiera la volteo a ver, sus ojos oscuros miraban fijamente la puerta del salón.

—¿E-espera a alguien?.—pregunto tanteando su suerte, él le dedicó una mirada de reojo antes de asentir.

—Hay algo que quiero preguntarle a Naruto.—contesto él y ella asintió, sin preguntar más, no es que ambos fueran excepcionalmente cercanos pero después del incidente con Shion y Naruto, se había creado una especie de conexión entre ambos; pero años de indiferencia, y saludos forzados no desaparecerían de la noche a la mañana.


Genial. Simplemente genial, de entre todos los días que el estúpido de Naruto pudo a ver faltado a clases justamente tenía que ser ese.

Suspirando con fastidio tocó el timbre de aquella llamativa casa naranja, con tanta fuerza e insistencia que fue un milagro que no se rompiera.

—¡Maldición! ¡¿Quién rayos es dattebayo?!.—gruño Naruto desde adentro, segundos antes de abrir la puerta y mirarlo confundido.—¿Sasuke? ¿Qué…

—Me acosté con alguien el día de tu fiesta y no recuerdo con quién fue. Ayúdame a saber quién es esa chica, o te juro que le diré a Kushina que él jarrón es falso.

¿Quién robo la virginidad de Uchiha Sasuke?Where stories live. Discover now