Seis años antes.
Eric.
Cada nuevo día en chicago era mejor que el anterior.
Los meses comenzaban a mejorar acorde pasaban.
Yo había dejado los excesos y las malas juntas de lado. Y me había enfocado por completo en mi carrera y en la beneficencia.
Ellos son almas tan puras e inocentes, que son llevadas por malos caminos en lugares como esos. Ellos de pequeños saben lo dura y cruel que es la vida. Y sentir el amor que me entregaban cada vez que los visitaba en los distintos orfanatos, me hacía sentir feliz, lleno de vitalidad, era casi tan genial como estar en una cancha de fútbol.
Tomo mi bolso saliendo del hotel, los fanáticos gritan a nuestro lado. Yo me acerco a varios, me tomo fotos y doy algunos autógrafos. Luego me subo al autobús que nos llevará directo al estadio.
Antes no hacía eso, pasaba junto a ellos creyéndome el rey del universo. Creía que ellos eran mis fanáticos, y que no les debía nada. Pero hoy sé que no es así, yo le debo todo a los fanáticos del club. A los que corean mi nombre cada vez que anoto un punto para el equipo, a esos que gritan por una foto, a esos que pasan noches enteras fuera de los hoteles por un estúpido autógrafo. A esos que dan todo solo por sentirse bien cuando alguien reconocido, como yo, les presta atención.
Yo les debo todo a ellos, ellos me han dado toda la fama y el dinero que doy a la beneficencia, sin ellos yo no sería nada.
Con los Bears hemos hecho una de las mejores temporadas que se han visto en los últimos años. Hemos ganado muchos partidos y empatados unos cuánto. Con el equipo cada día me vuelvo a llevar mejor. Sobre todo, con los que dan su vida por estar aquí, ellos merecen todo mi respeto, de ellos quiero aprender lo más que pueda aquí.
Hoy nos toca contra los Giants de Nueva York. Ellos hace años atrás me habían ofrecido jugar por su equipo y en ese entonces estuve a punto de aceptar, estaría cerca de casa y cerca de Melanie, yo estaba dispuesto a quedarme ahí por ella. Pero cuando los Bears aparecieron no pude rechazar la oferta.
Cuando era pequeño y deambulaba por la ciudad buscando cosas para mí y Gabriela, siempre veía personas hablando y disfrutando del fútbol americano, la gente se reunía en bares, bebía y comía mientras disfrutaba de los partidos. Había un lugar en el cual el dueño me dejaba ver los partidos, siempre desde la calle, pero era el único que no me corría del lugar. Le preguntaba cuando jugaban los Bears y él esos días me dejaba estar apoyado a la baranda del lugar para poder verlos jugar. Yo observaba desde las frías calles a los jugadores anotar, celebrar y disfrutar del ambiente, la NFL es uno de los deportes más seguidos en Estados Unidos. Era como un sueño para mí. Desde pequeño los Bears han sido mi sueño, yo prometí estar en ese equipo. Y aquí estoy, en el bus con ellos, directo a un partido decisivo.
Estamos en Nueva Jersey, y es que los Giants no tienen estadio, por lo que juegan de local aquí, en el vecino estado de Nueva York. Para los fanáticos no es difícil llegar, queda a hora y media de distancia. Y ellos son muy organizados, por lo general contratan buses para venir todos juntos.
El bus comienza su recorrido hasta el estadio. De camino hay hinchas por todos lados. Y es el que el fútbol mueve masas, y lo mejor es que los Bears tienen hinchada en todos los estados del país.
Veo los colores del equipo por todas partes por donde pasa el bus, hasta llegar al estadio.
Bajo con mis audífonos en los oídos, me gusta concentrarme cada vez que entro a un estadio. Debo dar lo mejor de mí. Casi siempre todos los ojos están puestos sobre el mariscal de campo, y no interesa todo lo bueno que he hecho en la temporada, solo basta un mal juego para que todo mi buen rendimiento se vea opacado.

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De pie (✔)
Teen FictionSEGUNDA PARTE DE "EN PUNTAS" Melanie vive en Nueva York. Eric vive en Chicago. Melanie será bailarina profesional. Eric es jugador profesional. Melanie sueña con danzar de por vida. Eric sueña con jugar de por vida. Melanie alcanzará la fama. Eric...