¹𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 {Outer Banks || JJ} ✓

T1 E10: La Phantom

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐞𝐳;

De repente todo pareció quedar en calma. Los gritos lejanos y las sirenas tan solo murmullos. La lluvia caía limpiando todo a su alcance, cada gota como una lágrima que era reflejada por las luces cambiantes de los coches de policía. Llevaba la ropa pegada al cuerpo a causa de la lluvia y podía sentir la fotografía arrugarse en mi bolsillo.

Miré al frente y decenas de rostros se habían girado hacia mí. Decenas de armas apuntaban a mi cuerpo. Pero no me importaba. Avance sin poder oír los gritos de amenazas y advertencias hasta la carpa y no paré hasta que mis ojos encontraron los suyos.

Los mantenían sentados en sillas de plástico a salvo de la lluvia. Kiara y Pope se cogían de la mano, John B no estaba allí. En las manos de JJ el papel arrugado de mi carta pareció apagar mi motor y me dejé caer al suelo de rodillas. La hierba y el barro contra mi piel. Bajé la cabeza, dejando que el agua rodará por mi frente hasta mis mejillas y cayera al suelo des de mi barbilla; así de algún modo nadie pensaría que estaba llorando.

Cuando una mano fuerte se posó en mi hombro, levanté la cabeza y quede en frente de un agente de la SBI. Las fuerzas volvieron a mí y me levante para agarrar la radio de bolsillo que llevaba atada al cinturón.

-¡Escuchadme bien! -mi voz resonó por toda la playa y de repente todo quedó en silencio- ¡Soy Harriet Lupin Jones! ¡La ladrona más buscada de toda Europa! ¡No penséis que me habéis atrapado, por qué no es así! ¡Tomad mi cuerpo y encerradlo como disculpa a toda la gente a la que he herido, pero dejad mi alma en libertad y no le hagáis daño! -busqué sus ojos verdes antes de continuar, pero me arrebataron la radio y me forzaron a poner las manos en mi espalda. Sentí las manillas cerrarse sobre mi piel e inmovilizándome. Así que solamente recé para que pudiera leer mis labios.

"te quiero" articulé y él se levantó de la silla para correr hacia mí, pero dos policías lo cogieron e impidieron que siguiese avanzando.

Sentí como las manos del policía se posaban en la parte trasera de mi cuello y me forzaban a caminar hacia el coche patrulla sin dejarme mirar hacia atrás, dónde se había quedado JJ y una parte de mí.

...

-y ahora estoy aquí -acabé de relatar al hombre que tenía la celda enfrente de la mía, un hombre de unos 65 años, calvo, drogadicto y camello pero no era mala persona.

-ha sido entretenido -habló finalmente pasándose la mano por la calva y volviendo apoyar las manos contra las rejas- tienes mucha imaginación enana. Pero no me lo creo. Anda, dime la verdad... ¿Por qué estás aquí?

Me lo quede viendo por unos largos segundos, analizando su sonrisa desdentada y su cuerpo tatuado hasta el cuello.

-Maté a alguien -dije con una sonrisa entre los labios y callé, dejando resonar las carcajadas del hombre por toda la prisión.