𝖲𝖮𝖥𝖳 ↬ 𝐌𝐄𝐀𝐍𝐈𝐄

𝘤𝘪𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘥𝘰𝘴

Disculpen los errores.

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—Hacía tiempo que no salíamos sólo nosotros dos.—dice SeungCheol.

—Lo sé, se siente como si hubieran pasado miles de millones de años, choli.—responde WonWoo, haciendo reír a SeungCheol.

—Sí. Son como muchas eternidades juntas cuando no pasas tiempo con tu alma gemela.

WonWoo sonríe de tal forma que su nariz se frunce y sus ojitos se vuelven pequeños. SeungCheol deja a la vista sus preciosos hoyuelos al corresponder la sonrisa de su amigo.

—Tú has estado con Hanie Hyung y yo con Minnie. Ya hacía falta un momento para nosotros, choli. Te había extrañado.—dice haciendo un puchero.

SeungCheol siente cálido el pecho.

Siempre se siente de esa manera cuando tiene a WonWoo cerca suyo. Es como si su cuerpo reaccionara a la presencia del otro, y todo fuera calma.

El clima es helado. Un lindo día nevado.

WonWoo tiene sus manos extremadamente frías, lo que ocasiona que camine tiritando del frío.

SeungCheol sabe de sobra que a WonWoo le da frío muy fácil, y que es sobre todo cuando sus manos están frías, que en el resto de su cuerpo también siente frío y comienza a tiritar.

Por eso lleva su mano a la de WonWoo y las entrelaza, llevándolas al cálido bolsillo de su enorme chamarra. WonWoo se abraza con la mano libre al brazo de SeungCheol, pegando sus cuerpos y caminando juntos mientras es llenado por la calidez que desprende la anatomía contraria.

SeungCheol quería que caminaran por el parque, pero no quiere que su amigo esté más tiempo expuesto al frío, así que decide que llevarlo a alguna cafetería no les haría mal; después de todo, WonWoo podría enfermarse y eso es algo que él no puede permitir.

Se adentran a un local que los recibe con un delicioso aroma y una calidez exorbitante.

—Busca una mesa. Iré a ordenar.

—Síp.—asiente efusivamente WonWoo y se aleja de su amigo, yendo a buscar una mesa.

SeungCheol se forma en la fila para ordenar y cuando le atienden pide dos bebidas calientes y varios postres que sabe perfectamente que a WonWoo le fascinarán.

Le encanta que ambos sean amantes del chocolate amargo.

Se aleja de la caja para que puedan seguir atendiendo a las personas que han llegado y busca con la mirada a su amigo.

Lo localiza cerca de ahí, sentado junto a la ventana.

Una sonrisa surca sus labios y hace aparecer a sus hoyuelos, su corazón latiendo sereno y feliz en su pecho.

WonWoo tiene en su cabello azabache pequeños copos de nieve que resaltan con su blancura. La punta de su nariz y sus mejillas están rojas por el frío, haciendo que luzca adorable.

Y SeungCheol cree que puede morir de diabetes ahí mismo sin haber probado una sola pizca de azúcar, cuando WonWoo topa su mirada con él y le sonríe preciosamente con su nariz fruncida, su mano agitándose vigorosamente en el aire y una pequeña risita escapando de su boca.

El menor luego de eso vuelve a desviar su mirada hacia la ventana y deja a la vista de SeungCheol su precioso perfil.

Un suspiro escapa de sus labios sin que pueda evitarlo.

Había tenido que esperar un año para que su alma gemela naciera, y otros cinco para conocerla... pero había valido completamente la pena cada segundo de espera.