2.2 Pastel de zanahoria

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Selene llevaba encerrada en su habitación gran parte de la semana, solía salir de ella para alimentarse y hacer deberes y obviamente para ir a clases, sin embargo, cualquier actividad que implicara salir y no fuera meramente esencial era evitada p...

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Selene llevaba encerrada en su habitación gran parte de la semana, solía salir de ella para alimentarse y hacer deberes y obviamente para ir a clases, sin embargo, cualquier actividad que implicara salir y no fuera meramente esencial era evitada por ella. Selene se había convertido en la sombra de su prima Elizabeth, nunca se separaban y adaptaban sus tiempos, algunas veces Eli le llevaba cosas necesarias para que ella no tuviese que salir de la habitación y pudiera satisfacer alguna necesidad o hacer sus deberes e investigaciones.

Hacía una semana Sirius le había propuesto escapar con él y huir de sus obligaciones, fue fácil para él decirlo en uno de sus tantos encuentros en la torre de astronomía y Selene aún podía presenciar su sonrisa socarrona y sus ojos brillando bajo la luz de la luna; lo que había hecho Selene había sido abofetearlo y atinar a correr lo más rápido que le permitieron sus piernas, siendo frenada al casi caer encima de Remus Lupin quien se encontraba haciendo sus rondas de prefecto, no sabía en qué momento había comenzado a llorar, tampoco se dio cuenta del momento en el que Elizabeth hizo acto de presencia, ni siquiera notó a Sirius que se encontraba peleando con Remus para poder acercarse a ella. Una de las cosas que más amaba Selene era su familia, incluso siendo unos fanáticos locos por la pureza de la sangre ella estaba dispuesta a complacerlos y hacerlos sentir orgullosos de ella; la familia Gallagher y la familia MôrForwyn trataban a sus hijos de manera distinta a las familias europeas, aunque los Gallagher eran ingleses, las mujeres no sólo servían para dar hijos sangre pura, ellas podían opinar y se les permitía desempeñarse en cualquier ámbito laboral y explotar sus capacidades, aunque no podía decir lo mismo de los Môr-Forwyn. A pesar de eso los Gallagher y los Môr-Forwyn no eran tan malos, Selene no podía escapar y decepcionar a toda su familia, en especial a su padre y abuelo, pues hasta el momento ella era la única heredera de la familia y decir que ambos mayores estaban orgullosos de ella era poco, su padre y abuelo lo adoraban, al igual que sus tíos, aunque no podía decir lo mismo de su madre.

Sirius había intentado hablar con ella toda la semana y había fracasado, había mandado notas e incluso pequeños regalos anónimos, pero nada había hecho que ella enfocara su atención en él, Selene no había dejado de pensar en sus palabras y aunque doliera admitirlo en lo más profundo de su alma el deseo de huir con él era muy potente y eso la aterraba. Su mente se había convertido en su peor enemiga, toda la semana Selene había estado despierta hasta altas horas de la madrugada alucinando con un futuro con Sirius, pensando en él y olvidándose de vivir, en sus momentos de alucinación soñaba con la libertad de decisión que podría llegar a tener, los lugares a los que podría ir, las distintas costumbres que podría llegar a aprender, conocer el mundo muggle, pero sobretodo soñaba con un hogar cálido, donde pudiera amar sin ser reprimida o tener que ocultarlo detrás de las paredes o en la soledad de su habitación, soñaba con el amor materno que nunca fue capaz de recibir, pero ella sabía que solo eran sueños y su realidad era una diferente. Su prima Elizabeth era quien contaba sus días y la mantenía al tanto. Sus ensoñaciones parecían reales, tan reales que casi podía tocarlas con su mano.

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⏰ Last updated: Jul 22, 2023 ⏰

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The Cosmic Connection | R.B.Where stories live. Discover now