Capítulo 3

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Los personajes que reconozcáis de la película ( El origen de los guardianes para los despistados) son de Dreamworks no míos
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Se deslizaron con rapidez por los húmedos y oscuros túneles. Las toses que antes acechaban a Jack habían ido disminuyendo de magnitud hasta ir desapareciendo poco a poco. También había vuelto su pelo castaño y sus ojos color chocolate, haciéndose nuevamente irreconocible por todo aquel que no supiera su verdadera identidad, pero seguía sintiéndose extrañamente débil.
Una luz al final del túnel les indicó que ya habían llegado a su destino. Aterrizaron de forma estrepitosa en el suelo de el salón, tras ellos la bola del mundo que indicaba la cantidad de gente que creía en los guardianes. Un hombre con el pelo blanco y una enorme barba del mismo color les miraba con sorpresa, bueno, solo miraba a Conejo pues aún no se había percatado de la presencia de Jack. No todos os días le visitaba el Conejo de Pascua días antes de Pascua, era bien sabido que este se tomaba muy enserio su trabajo. Si había venido a visitarle tenía que ser por alguna razón. Su cara pasó de sorpresa a incredulidad cuando posó sus ojos en el castaño, que había carraspeado para hacerse notar.

-¿Por qué has traído un niño aquí?- preguntó Norte sin apartar la vista de Jack, haciendo que este se sintiese incómodo

-Porque no soy un niño cualquiera.- respondió el muchacho como si fuese lo más obvio del mundo

-¿No eres un poco mayor como para seguir creyendo en los guardianes?

-Se podría decir...

-¡Basta ya!-Estalló Conejo- no puedes dejar tu idiotez a un lado ¿Verdad?- espetó a Jack, este solo se encogió de hombros, claramente divertido- Norte, le he traído porque es Jack Frost.

-¿Y eso como lo sabes?-inquirió. Jack le dio una mirada desafiante, retándole a que contase lo ocurrido hace apenas unos minutos.

-Antes de venir aquí...

-¡No te atreverás!- interrumpió el chico, alarmado.

-...Me encontré con él,- continuó sin hacer caso a su compañero- al principio pensé lo mismo que tú: que era solo un chico que jugaba a hacerse el importante. Pero entonces su pelo se puso un poco blanco y sus ojos azules. Ahora que lo sé es fácil reconocerle; solo tienes que imaginártelo con el pelo blanco y los ojos azules.

Al hacerlo, Norte, se dio cuenta de que era verdad y rápidamente llamó a los demás guardianes.

-Lo que todavía no sé- comentó conejo- es como has acabado así.

Solo cuando todos los guardianes estuvieron presentes en esa sala y supieron lo ocurrido, Jack contestó.

-Sombra.

-¿Qué?

- Que fue Sombra, el Coco, como quieras llamarle

-¿Cómo?

-Con un cuchillo- respondió irritado por tantas preguntas.

-Y, ¿Se puede saber por qué no te defendiste?

-¡Por que estaba distraído!. ¿Qué es esto un interrogatorio? ¿Y qué si estaba pensando en mi hermana? ¿Y qué si no desvié el ataque? ¿Algún problema?- grito Jack ya fuera de sus casillas

-¿Has dicho hermana?- preguntó Tooth tras un largo silencio

-Sí, yo... Yo tenía una hermana- respondió ya más calmado.

Todos se quedaron en silencio. Sabían que había recuperado gran parte de sus memorias pero este nunca les había contado el interior de dichos recuerdos. Jack empezó a sentirse cada vez más cansado pero no dijo nada. Sus ojos se cerraban lentamente y ya no tenía fuerzas como para poder abrirlos una vez más. Se sentía mareado y débil. Lo último que vio antes de que sus ojos se cerraran definitivamente fue la cara asustada de sus amigos. Luego, solo lo siguió la oscuridad mientras se sentía caer sin llegar a tocar el suelo.

Cuento de invierno (El origen de los guardianes) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora