Novelas y compromisos

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El segundo pedido fue hecho por: Scarlet_Olsen

Anne llevaba varias semanas afligida. Si bien tenía lo que siempre soñó: una familia, amigos incondicionales, ir a la universidad, y un simpático novio. Le seguía faltando algo. La razón es que ya muchas de sus compañeras estaban casadas. Diana había dado a luz hace unas semanas, Jane se casó con un millonario, Tillie esperaba a su segundo hijo, Ruby se comprometió con Moody, y Josie se casará en el otoño.

Anne no dudaba del amor de Gilbert, claro que no; es solo que su sueño de tener una familia no estaba muy cerca.

Tiene veintitrés años y siente que ya se está "quedando".

Solo ha tocado el tema del matrimonio un par de veces con Gilbert. Y por raro que parezca, él al principio se quería casar y pronto pero ella decía que esperaran. La última vez que hablaron de ello fue el sábado, y el joven Blythe no parecía muy convencido.

—Fui una tonta, Diana —le dijo la pelirroja a su amiga —, cuando el se quería casar casi lo rechacé, y ahora no se decide.

Diana estaba arrullando a su bebé, miró con pena a Anne y le dijo con firmeza:

— ¿Y por qué no se lo propones tú?

Anne arrugó su frente, eso era bastante arriesgado. Pero no le desagradaba la idea. Ella siempre a sido muy animada.

Y así quedó. Por unos días ella se miraba bastante segura. Cualquiera de estos días le iba a decir. O eso pensó. Porque cuando se vieron el domingo por la tarde no le contó. Ni siquiera salieron de si boca las palabras: vestido, anillo, boda... No. No le iba a decir. Gilbert es el hombre en la relación, el tiene que animarse primero.

Ya anocheciendo ese mismo día, Gilbert volvió a la casa de los Cuthbert. Llamó la puerta y salió Marilla.

—Hola de nuevo, Gilbert —ambos se saludaron —Supongo que buscas a Anne, vendrá en un momento. Pasa...

—No. Así está bien, platicaremos aquí afuera —señaló la banca de madera que estaba a un lado de la puerta principal.

Marilla le sonrió y después fue a buscar a su hija.

Blythe llevaba un presente para su novia. Se le notaba a Gilbert que estaba completamente nervioso; sudaba y caminaba de un lado a otro. ¿Cómo calmaría su ansiedad?

Cumbres borrascosas...

Agnes Grey...

Anna Karenina...

Orgullo y prejuicio...

Jane Eyre...

Son cinco novelas. El regalo perfecto para ella.

Anne observaba con detenimiento cada uno de los libros: eran de tapa dura y forrados con tela gruesa. Gilbert los había envuelto con un pedazo de soga e hizo una linda decoración al agregar una flor en ello.

No celebraban nada,ni un cumpleaños ni aniversario. El muchacho solo quería darle un bonito obsequio a su novia.

La señorita abrió un libro y encontró dentro de él una pequeña nota

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La señorita abrió un libro y encontró dentro de él una pequeña nota.

"Nunca he leído cumbres borrascosas, pero escuché que la protagonista es enérgica, al igual que tú"
Con cariño, Gilbert.

Anne sonrió. Eso era muy cierto.

Continuó con los otros tres libros; cada uno contenía una pequeña nota dentro de la primera página.

"De algún modo te asimilas a Agnes Grey, y hasta la autora se llama Anne"

"Ana Karenina hizo cosas no tan favorables. Ella siguió su corazón, como nosotros"

"Orgullo y prejuicio... Quien no lo conoce. Siento que tú eres Elizabeth, pero hey, yo no soy malhumorado como Darcy"

Anne volvió a reír. Tenía que admitir que Gilbert tenía más parecido con el señor Bingley.

—Estas muy romántico, eh —ella le dio un pequeño codazo al joven. Ambos rieron.

Cuando por fin ella tomó el último libro, tocó con suavidad la pasta y leyó el título:

"JANE EYRE"

~

"Charlotte Brontë"

—Sé que has leído esa novela en muchas ocasiones. Es por ello que la considero muy especial —Gilbert acercó la vela que estaba a un lado de la madera. Quería que su novia pudiera ver mejor lo que se encontraba dentro de la obra.

— ¿Es otra nota?

—Es algo mejor.

Con movimientos delicados Anne abrió el libro e inmediatamente la muchacha se llevó su mano derecha a la boca, trató de esconder su sorpresa: el centro de las hojas había sido recortado, dando así forma de corazón. Dentro de este yacía un anillo dorado. Un anillo de compromiso.

Anne miró a Gilbert; él ya estaba frente a ella y de rodillas, con una rosa roja en sus manos. Señalando su corazón.

—Cásate conmigo —le dijo con seguridad.

Ella no se lo podía creer. Cuando era más joven creyó que nadie la amaría y no conseguiría la felicidad del matrimonio. Pero ahora, el muchacho más guapo de Avonlea estaba de rodillas pidiéndole que se casen. Sería una tonta si dijera que no.

— ¡Sí! —Comenzó a llorar — ¡Pero por supuesto que sí!

El muchacho se puso de pie y le besó los labios. Un tierno y casto roce, pero que significaba tanto.

One shots 💖 Anne with an e✨Where stories live. Discover now