Gun Atthaphan se va a casar con el hombre de sus sueños, o eso es lo que cree, y nadie va poder evitar esa unión. ¿No?
Sin embargo, la llegada de alguien inesperado a su vida podrían hacerlo dudar de sus verdaderos sentimientos hacia su prometido.
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La Navidad se siente en el aire. La mañana es brillante, el aire es limpio y la calle delante de él comienza a vestirse con el verde, rojo y plata de las decoraciones.
Siempre le ha gustado la época navideña, excepto el frío. Por eso entra a su cafetería frotándose los brazos para recuperar el calor.
—Está helando allá afuera —Dice a Krist quien está rellenando el aparador con bolsas nuevas de café.
Krist es muy cuidadoso con los detalles, se asegura que cada logo tipo de marca de café haya quedado alineado.
—¿Cómo estuvo tu fin de semana?
—Ni me lo preguntes —Gun murmura y Krist levanta una ceja. —El padrino de Tay llegó proveniente de América.
Eso captura el interés de Krist.
—¿Un americano? —Siempre ha estado extrañamente fascinado por la cultura americana.
—No lo es en realidad, solo se mudó hace algunos meses.
—Oh —Dice Krist y sus ojos pierden la esperanza. —¿Y cuál es el problema?
—Ninguno —Krist lo mira fijamente porque no le cree y Gun resopla. —Es muy irritante y arrogante.
—¿De verdad? —Krist frunce el ceño. —Qué mal. Quizás podrías mantener tu distancia.
—Eso será difícil —Responde con sarcasmo. —Se hospeda con nosotros.
—Entonces...no sé. Solo ignóralo.
—No lo conoces —Dice en todo de queja. Ignorar a Off Jumpol parece ser la meta más imposible de lograr.
—Tampoco tú —Le recuerda Krist y tiene razón. Bastardo.
—Mejor vamos a... —Mira alrededor para encontrar un cambio de tema, porque Krist tiene razón y no sabe cómo responderle. —Vamos a comenzar con la decoración hoy ¿cierto? Comencemos entonces.
Krist intenta no reírse del infortunio de Gun.
—Bien ¿Puedes ir al mini súper y ver si aún les queda nieve sintética?
Acaba de llegar y ya tiene que salir. Pero lo hace de todos modos, se quita el delantal y se pone su abrigo para dirigirse al mini súper.
Y claro, Off está ahí. Observa los estantes de pan como si estuviera a punto de tomar una gran decisión. Nota la llega de Gun y levanta la mirada con sorpresa.
—¿Estás siguiéndome? —Pregunta Gun a pesar de saber que suena como un adolescente engreído.
Off lo considera por un momento.
—Eso es lo que yo iba a preguntarte.
Gun se defiende, lo último que quiere es que Off piense que lo vio entrar y decidió seguirlo.
