Capitulo unico

152 8 2
                                    

¿Es demasiado tarde para pedir perdón?

La mano se quedó quieta sobre el papel, mientras la pregunta se formaba en su mente. ¿Valía la pena a casó? ¿Servía de algo disculparse con una muerta?

El silencio de la casa era peor que cualquier escándalo, taladraba en su mente como una burla, restregandole en la cara que estaba sola.

El tiempo era algo curioso, por años dejó crecer una brecha entre ella y su hermana, después simplemente hizo como que no tenía una, hasta que ya no la tuvo.

Evito por años ver a los ojos a un niño que nada tenía que ver con sus rencores pasados, con su inmadurez, con sus celos.

La soledad parecía ser el precio por los errores cometidos.

Quizá por eso ahora, ante el peso de los años y del remordimiento, su mano era incapaz de moverse.

¿Qué decir? Que palabras dedicar a la memoria de una hermana a la cual había dedicado tanto rencor.

¿Cómo comenzar? No podía decir querida hermana, ni siquiera querida Lily, parecía hipócrita.

Lily

Se decidió entonces, esas cuatro letras que hacía mucho no pronunciaba juntas, esas cuatro letras que conformaban el nombre de quién fuera su hermana menor.

Se detuvo un momento más, pensando en cómo continuar.

No sé si estoy siendo tonta al hacer ésto, o simplemente los años y la soledad han hecho mella en mí, ni siquiera sé qué decir, pero siento que el tiempo se me termina, nunca en tantos años sentí la necesidad de acercarme a ti, a tú escensia, nunca, incluso cuando una parte de tí estuvo tanto tiempo bajo mi techo... si hablo de tu hijo, ese joven que heredó tu carácter, y tus ojos.

Hace muchos años que dejó esta casa pero aún lo siento, cuando volteo a ver ese pequeño lugar bajo mi escalera, cuando me asomo por la ventana y veo el jardín.

No solo lo veo a él, también veo a mi hijo... a Dudley. Creció para alejarse de aquí, no sé que los atacó aquel día pero algo cambió en él, no fue de la noche a la mañana, sucedió casi sin darnos cuenta pero poco a poco dejó sus viejos y, tardé en admitirlo, malos hábitos. Y se apartó para solo volver en contadas ocasiones.

Claro también veo a Vernon, quizá no fuera el mejor hombre del mundo, pero lo quise.

Sé que la vida de tu hijo fue difícil y mi familia y yo no hicimos nada por hacerla mejor, hicimos de su infancia algo menos que un infierno, lo peor es que jamás lo lamente, mi único objetivo era que mi hijo jamás sintiera lo que yo sentí cuando todo esto comenzó, cuando recibiste aquella carta y te fuiste.

Que no se te suba el carácter, sé que la que se alejo fui yo, después de años lo entendí, también sé que papá y mamá seguían queriendonos igual, pero era rencorosa, y tenía envidia de lo que tú podías hacer y yo no, de las cosas que se habrían a tus ojos y que los míos jamás podrían ver.

Y si, parte de mi quería alejar a tu hijo de aquel mundo porque no había manera de que yo dejara entrar a mi vida la magia otra vez.

Y yo no podía permitir que mi propio hijo se sintiera marginado por ella, creció viendo a la magia como una rareza, como algo extraño y peligroso.

Si Lily fomente el rencor de Dudley hacía tu hijo.

Alimente el recelo de los vecinos hacía el.

Dejé que Vernon lo castigará injustamente al igual que yo.

Pero ¿sabes qué sucedió? Que creció siendo mejor de lo que mi propio hijo que lo tenía todo era. Porque era amable y educado y compasivo y creeme Lily eso no lo aprendió de nosotros.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 09, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un perdón fuera de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora