Vida De Mentiras (CONCLUIDA)

29- El Rescate

-... Ya les dije: ¡de aquí nadie sale, hasta que no aparezca Valentina!- le gritó Emiliano a las rehenes que estaban sentados en el sofá

-¿pero quién se llevó a mi hija?- preguntó Fernanda, con desesperación

-Héctor cree que fue el Alacrán...

-¿pero qué Alacrán? ¿El narco?- preguntó Fernanda. Héctor asintió-¿pero porqué? ¿Qué tiene que ver mi hija con ese hombre?

-tu querido esposo le debe hasta la vida y, él quiere cobrar su dinero sea como sea- le dijo Emiliano

-¡Desgraciado!- Fernanda le fue encima a Héctor y lo agarró por el cuello de la camisa- si le pasa algo a mi hija te voy a...

-¿qué me harás? ¡Ehh!- él la agarró por las muñecas y la empujó fuerte, haciendo que la mujer cayera al piso

-¡mamá!- Eva fue hacia su madre

-¡todo esto es tu culpa! Ahora estoy hasta el cuello de deudas, todo porque no tienes el puto poder sobre la fortuna de tu ex marido- le dijo él señalándola

-tranquilo. Mis hombres ya están investigando sobre el paradero de Valentina

-señor- uno de sus hombres lo llamó. Emiliano se acercó a él

-¿qué pasó? ¿Ya saben algo?- Emiliano le preguntó en voz baja. El hombre asintió

-el Alacrán no tiene a la señorita Carvajal...

-¿estás seguro?

-si señor... Conozco muy bien a gancho el mano derecha del Alacrán. Me informó que si pensaban en secuestrar a la chica, pero que se le adelantaron- Emiliano estaba pensativo- cuando ellos llegaron los tipos vestidos de militares ya estaban subiendo a la chica en una camioneta negra- le explicó el hombre.

-maldición- murmuró Emiliano- quiero que refuercen todas las entradas, y que estén atentos. Puede ser que está noche tengamos visita- dijo Emiliano mientras sacaba su pistola de la cintura

-si señor- dijo el hombre, antes de retirarse.

-ustedes tres- señaló con la pistola a Eva, a Lucia y a la nana- vengan conmigo ¡ahora!- ellas se pusieron de pie- tú lleva a tu mujer al cuarto de servicio -le ordenó a Héctor

-¿qué pasó?- le preguntó Héctor

-el alacrán no tiene a Valentina. Pero yo tengo una idea de quien fue que se la llevó- le dijo Emiliano- ¡ustedes caminen hacia el despacho- les ordenó a las tres mujeres, dándole leves empujones, para luego llevárselas

-¡tú, camina!- Héctor agarró a su esposa por un brazo, obligándola a ponerse de pie

-¡me estás lastimando!- Fernanda se quejaba

-¡callate y camina!- le dijo él mientras le apuntaba con la pistola. Fernanda obedeció

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-... ibarra, Valdés y Flores: Ustedes suban y entren a la casa. Ruiz y yo iremos con los demás hacia la parte delantera. La mayoría de los hombres están allí- ordenó Jacobo en voz baja.

Todos ya habían entrado por la parte trasera de la casa.

-vamos- le dijo Juliana a sus dos compañeros. Para luego empezar a subir por las escaleras que dirigían hacia el cuarto de Valentina. Sus compañeros la siguieron

Juliana deslizó lentamente la ventana de cristal y entró. Para luego ayudar a subir a Mariana y luego a su otro compañeros.

El segundo piso de la casa estaba completamente oscuro, pero ellos tenían puesto gafas de visión nocturna.