s e i s

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Déjame ser quien
sane tu corazón y salve tu vida.
No creo que te des cuenta,
pero, cariño, tu estarás salvando la mía.
-Diana.

Mi mamá era la mejor súper heroína que había existido nunca, ella era mejor que la Mujer Maravilla o que Black Widow. El compararlas era un insulto para mi yo de ocho años. Calmaba la ansiedad, peleaba batallas cuerpo a cuerpo con la gripe y cuidaba un montón de niños aparte de mi y Jack, pero yo nunca me sentí celoso.

Ella tenía mucho amor para todos.

Podía estarse muriendo del cansancio, pero ella siempre tenía tiempo para dividirse entre nosotros. Siempre tenía algo bueno que decir hasta de las cosas malas. Siempre buena cara a la adversidad.

Cuando murió, fue un golpe muy fuerte para mí. La vida me había regalado 10 años junto a ella, me había dejado guardar recuerdos hermosos de ella

Y por ende, me había dejado un agujero en el rompecabezas que era yo.

Jack solo tenía un año y recuerda muy poco de ella, a él le gusta que yo le cuente todo lo que pueda y no le importaba que le repitiera lo mismo. Él siempre quería oírlo. Le repetía siempre que mamá estaría orgulloso de él, que lo amaba y que cuando él nació, ella fue muy feliz. Espero que eso marque una diferencia en el rompecabezas de Jack.

Mamá era el motor que movía la casa, papá se dedicaba a hacernos reír, amarnos y esforzarse en que seamos felices. Así que cuando ella se fue, probablemente papá fue el que lo tuvo más dificil. No solo por que había perdido al único amor de su vida, también debía aprender a ser el superhéroe y enfermero, además de criar a Jack él solo y cuidarme a mi.

Papá debía hacer por completo todas esas obligaciones que compartía con mamá. Así que yo, me hice a un lado, lo ayudé en todo lo que podía. Lo ayudaba a limpiar, con Jack y todo lo que conllevaba eso.

Traté de ser el hijo perfecto.

Pero él le molestaba mucho, me decía que él era el padre, y que podía ayudarle, pero que no tomara las responsabilidades que le pertenecían a él.

Fue muy difícil para nosotros acostumbrarnos a estar sin mamá, necesitamos años y terapia. Acabamos uniéndonos mucho, aprendimos mucho uno del otro, se convirtió en mi mejor amigo.

Al final, logramos conseguir el equilibrio. Por recomendación de la terapeuta, nos hicimos una lista de tareas, lo que yo debía hacer normalmente era "lavar los platos, aspirar, buscar a Jack, ser buen hijo". Así que papá dejo de sentir que yo hacía demasiado y que solo hacía lo justo.

Un trabajo siempre había sido mi meta en cuanto cumpliera quince años, que fue la edad en que mi padre me dejó buscar uno. Fui repartidor de periódicos, paseador de perros, hasta que conseguí el puesto en GatoBurguer. Yo quería aportar mi granito de arena.

Papá y yo nos convertimos en un equipo, por Jack y por mamá. Siempre habíamos sido unidos, pero mamá era mi confidente. Así que, nos esforzamos en que el vínculo fuera más fuerte.

Y quizás, eso fue lo único bueno que nos dejó la muerte de mamá.

Al llegar a casa, ya todos se han ido, y papá y Jack están sentados frente a la televisión, viendo Mi Villano Favorito. Papá molesta a Jack imitando a los Minions mientras mi hermano se parte de la risa.

Dejo las llaves en el tazón de cerámica junto a la puerta, mi madre lo había hecho hace mucho tiempo y estaba pintado con muchos colores. Me quito los zapatos y la chaqueta. Aún pensando en Ginny y en sus palabras.

𝕴 𝖕𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖊| HinnyWhere stories live. Discover now