Acto 4 Rendición

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Kuramochi abrazaba el cuerpo desnudo de Sawamura y le acariciaba la frente, poco a poco lo cubrió con las sábanas blancas de su cama y enredaba su pierna en las piernas del menor, mientras le decía con una voz baja:

-Eijun... daría lo que fuera por no verte llorar más por él.

-No te preocupes por eso You-san.

-Pero...

-Quebrarte y llorar también es parte de amar, es reconocer que las cosas buenas que tuvo la relación que tuviste, que fueron importantes, es reconocerle a la persona que en verdad la amaste, que tuvo y tendrá siempre un lugar en tu corazón aunque ya no sea el espacio de amante, pareja o amor, es reconocer y agradecer por el todo lo que te enseñó, es recoger los buenos momentos y quedarte con el sentimiento que te produjeron aunque también los debas soltar. Sólo cuando eres capaz de quebrarte y reconocer, serás capaz de rendirte.

-¿Rendirte?

-¿Sabes que perdonar no sirve? Lo que realmente funciona es rendirse, que no es como lo piensas.

-Yo lo entiendo como no poder hacer nada.

-Lo mejor es rendirse con un "me he dado cuenta que hice todo lo posible y las consecuencias son estas, soy tan responsable como la otra persona de nuestros resultados y al aceptarlos, estoy dispuesto a liberarlos". En vez de perdonar, llenando de culpa a la otra persona, liberarnos a los dos desde el fondo de tu corazón. El acto más grande de amor es la libertad, y en cada ruptura otorgas dos tipos de libertad. La primera es la corpórea, cuando dejas que la persona se vaya físicamente y la segunda es la espiritual. Cuando sanas todo sentimiento de ira, rencor, odio, dolor y cualquier otra cosa que te hayas permitido cargar en tu interior durante esa relación.

-Eijun... cada vez te noto diferente y cuando lo hago, me doy cuenta de lo rápido que estas madurando, eso a veces me asusta.

-No digas eso. Escucha con mucha atención.

-Si...

-Kuramochi Youichi es perfecto tal y como es, aun con sus errores. No eres ni inferior ni superior a nadie, simplemente eres tu, a quien yo le he dado un espacio dentro de mi corazón.

El mayor lo abrazó sintiendo un confort en su corazón, uno que calmó la ansiedad que sintió en el momento que lo escuchó hablar. Ambos volvieron a quedarse dormidos.

Un poco más tarde, el viento se colo por la ventana, despertando a Kuramochi quién se levantó para ir a traer algo de comer para su ahora novio. Estando en la cocina, alcanzó a escuchar el timbre y se acercó a la puerta, no sin antes ver como Eijun traía puesta una de sus playeras, cubriendo sólo sus torso y muslos, apenas ocultando sus genitales, se emocionó de verlo así y le lanzó un beso en el aire, sonrojando al castaño.

Él sólo llevaba el short, y se asombró al abrir una rendija de su puerta y ver a Miyuki Kazuya parado frente a su puerta, del shock soltó la manija y el aire ingresó abriendo más la puerta.

Sawamura caminó a la entrada para preguntar, cuando Miyuki lo observó con la ropa de Kuramochi y semidesnudo, algo en su interior se estrujó con aquella frase de Narumiya Mei.

-"Te das cuenta que el puede estas saliendo con alguien más".

Kazuya lo miró con dolor contenido, casi incapaz de hablar, y apenas los tres volvieron a sus sentidos, el catcher le dijo en un susurro.

-Haré de cuenta que no he visto nada. Eijun... aun te amo, vine a buscarte teniendo claros mis sentimientos. Si quieres quedarte aquí, con él... estará bien, sé que yo fui quien lo arruinó, pero... si en tu corazón quieres darme una oportunidad, te prometo atesorarte y esta vez no perderte. 

El castaño mayor se dio la vuelta y el viento sopló, meciendo sus cabellos y los de Youichi.

-Escucha bien Kuramochi, si él decide quedarse, se que lo cuidarás bien.

-Lo haré.

Cuando la puerta se cerró, Eijun se arrodillo en el piso, estaba tan avergonzado y a la vez desconcertado por esa actitud en su ex novio que las lágrimas no pudieron más que brotar.

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