Do You Think I'm Pretty?

1

Zayn no era el único chico en el equipo de porristas, pero sí era el único chico en el equipo de porristas que tenía un enorme crush con el capitán del equipo de fútbol americano, Liam Payne. Y la capitana de las porristas, quien también estaba enamorada de Liam, lo odiaba por ese hecho. Siempre lo hacía ir a buscar las bebidas para todos, ordenar el vestidor luego de que todos se fueran e incluso lo hacía guardar los bastones y pompones que todos usaban y dejaban tirados en la cancha.

Como ese mismo día, que hacía mucho calor para que él estuviera bajo los rayos del sol recolectando objetos que él no había usado.

Una vez que terminó de guardar todo en los armarios junto a los vestidores, decidió ducharse. Estaba bastante sudado por el calor, la práctica y luego el trabajo extra de ordenar.

Fue hasta su casillero y tomó sus cosas, no siempre decidía ducharse ahí. Algunos de los integrantes del equipo de fútbol solían molestarlo por ser porrista. Pero la práctica había terminado y los vestidores estaban vacíos.

A paso lento entró y dejó sus cosas ordenadamente en los bancos de madera oscura. Llegaría tarde a su casa pero no le importaba, él en verdad necesitaba esa ducha. Zayn no soportaba estar sucio o desaliñado, lo hacía sentirse feo, de alguna manera. A él le gustaban las cosas delicadas y bonitas y él quería ser de esa forma.

Comenzó quitándose sus zapatillas blancas, las cuales ya tenían una mancha de tierra donde Tifanny, la capitana de las porristas, lo había pisado. En cuanto llegara a su casa iba a limpiarlas. Las acomodó en el banco y luego sacó sus medias, revelando las uñas de sus dedos pintadas de color rosa, el frío azulejo del piso calmó sus ardientes y cansados pies, un gemido de alivio salió de entre sus labios y dejó caer sus hombros mientras cerraba los ojos. Puso una media dentro de la otra y metió la bola de tela en la zapatilla derecha. Enganchó sus pulgares a cada lado de su cadera y empujó del pantalón de su uniforme.

Cuando él era más chico, y vio a su hermana mayor ser porrista, quería usar las polleras tableadas que se movían con el más ligero viento, junto con los tops que dejaban a la vista su abdomen. Pero cuando se unió al equipo le dieron una remera muy grande para su pequeña figura y un pantalón holgado. Al menos era rojo y Zayn sabía que lucía realmente bien en ese color.

A medida que bajaba la tela sus manos iban acariciando sus piernas, eso era algo que a él realmente le gustaba, la suavidad que tenía le causaba una emoción por dentro que lo hacía sonreír. No tenía vellos ya que no le gustaban, así que solía depilarse cada noche. Nunca dejando que nada apareciera. Su piel ya estaba acostumbrada a eso y a las cremas que usaba después. La gimnasia que hacía lo mantenía en forma por lo que sus piernas se veían muy bien.

Algo rosa llamó su atención y se giró al costado un poco, viendo como su remera se había levantado un poco por encima de su trasero, dejando a la vista sus panties de encaje. Sonrió un poco y contoneó las caderas, amando la forma en que el color rosa mosqueta hacía contraste con su piel. Se giró completamente y acomodó su remera, la cual le llegaba en la cima de sus muslos, justo tapando su ingle.
Él tiró de las puntas, queriendo que fuera un poco más grande y que en la espalda tuviera el apellido del capitán.
Suspiró, cansado de desear siempre lo mismo.

Quiso tomar su pantalón para comenzar a doblarlo, pero éste había caído al suelo por lo que se agachó a recogerlo sin doblar sus rodillas. Comenzó a doblarlo a la mitad pero quedó petrificado al ver el reflejo de otra persona en el espejo y lo dejó caer de nuevo. Debió de haberle dado terror el encontrar a alguien en el espejo cuando hace unos segundos se estaba viendo y no había nadie. Pero a Zayn no le dio miedo... le dio vergüenza.

Sus mejillas tomaron color al instante y lo único que quería hacer era salir corriendo. De todas las personas en esa escuela, Zayn había tenido la desafortunada suerte de que quien había entrado justo en ese momento era Liam Payne.