Todos sabemos que Tomoe es un demonio al cual le desagradan los humanos, no es algo fuera de lo normal pero la decisión de su corazón si es que tiene, es otra, aquel se encapricha queriendo aquella humana con él.
Nunca digas nunca.
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✔ PUBL...
Tenía que disfrutar estos momentos sin Nanami, desde que llego mi vida se volvió una montaña rusa que no puedo controlar. Ahora mismo necesitaba un descanso desde el día en que aquella ruidosa diosa de la tierra tuvo que viajar a aquella ceremonia en donde tenía que darse conocer entre todos los demás dioses.
— Que estresante — dije al patear aquella piedra que se interpuso en mi camino
— ¡Suéltenme! — se escuchó una voz a lo lejos — ¡Alguien que me ayude!
La seguí escuchando pero no le di importancia al fin y al cabo era un simple humano tarde o temprano tendría un final, por eso los detesto su vida es demasiado corta y no la aprovechan.
La voz se empezaba a intensificar mas al momento que estaba caminando observe para tomar otra ruta pero un olor a lilas me desoriento, era un olor embriagante que me fascinaba, lo seguí, pensando que podía distraerme de aquella voz pero fue un error.
— Les dije que me soltaran — dijo aquella chica la cual portaba aquel delicioso olor, era ella contra tres chicos, una pelea injusta
— Solo queremos que nos acompañes — dijo uno de ellos tratándola de sostener de su brazo
— Les dije que no, yo no iré a ningún lado con ustedes
— Ok no quieres ir, entonces no habrá más que divertirnos contigo aquí mismo — dijo el que al parecer era el líder de ellos
— ¿Qué? — pregunto aquella chica asustada
Ellos seguían en lo suyo sin poder notar mi presencia — Que espectáculo — dije aburrido, pero me parece curioso el aroma que tiene ella encima
Desde donde me encontraba que la verdad no era tan lejos, observe como aquellos chicos sometieron aquella humana y empezaban a querer destrozar su ropa. Si, no me dan importancia los humanos pero si no la defiendo es como si le fallara a Mikage a todo lo que me ha enseñado.
— Esto aburre — les dije al acercarme haciendo que aquellos adolescente se quedaran congelados
— Ayúdame por favor — me dijo aquella chica la cual tenía lágrimas en sus ojos, sentía como mi pecho se contraía y me daba a la vez una inmensa rabia
— No le hagas caso ella es mi novia — dijo uno de ellos, la sostuvo entre sus brazos pero la chica negaba diciéndome que no lo conocía
— Llevo observándolos el tiempo suficiente para decirles que ella no los conoce, así que sueltala o atente a las consecuencias
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