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— Doctor Min, los resultados de Yang Jeong-in ya están listos. —Dijo uno de los internos, entregándole los resultados a su superior. Yoongi revisó los resultados, haciendo una mueca.

— Esta bien, repasemos todo de nuevo. —Había algo, estaba seguro que su paciente tenía algo.— recuento de glóbulos blancos.

— Dieciocho. —Revisó en los resultados.

— ¿Plaquetas?

— Quinientos mil ahora.

— Fiebre alta, sin alguna respuesta a medicamentos... Oh, espera. —Sacó su celular para revisar su calendario, sospechaba algo.— ¿Qué día fue que presentó fiebre?

— El sábado, ¿por qué?

— Vamos. —Empezaron a caminar rápido hacia la habitación del paciente de cuatro años. Al llegar, revisó los ojos del niño, los cuales estaban rojos.— Llama a cardio, y adminístrenle inmunoglobulina.

— ¿Qué esta pasando? —Preguntó asustada la madre del niño.

— Señora Yang, según creo JeongIn tiene enfermedad de Kawasaki, aun estamos a tiempo de impedir algún daño cardiaco permanente.

Ese día había llegado un nuevo paciente, Yang JeongIn. La madre del niño había ido a otro hospital antes, donde le administraron algunos medicamentos que no habían hecho efecto en él. El niño tenía fiebre alta, erupciones en la piel, frecuencia cardiaca rápida, vómitos y conjuntivitis. Con el pasar de los días el niño no mejoraba, al contrario, empeoraba. Y ahora que ya sabían que tenía el pequeño, empezarían el tratamiento de inmediato, antes de que sea demasiado tarde.

Cuando tuvo un tiempo para descansar, salió un rato del hospital, empezando a buscar entre sus contactos a su mejor amigo, quien ahora estaba cuidando a su hijo.

Luego de cuatro segundos de espera, la llamada fue contestada.

¿Aló?

— Hola, hoseok, ¿Qué tal todo?

— Oh, va muy bien, Jungkook me mostró todos sus juguetes y ahora está viendo una película. ¿Cómo va tu día?

Yoongi hizo una mueca, estaba cansado, pero amaba su trabajo, aunque fuera una de las razones por la cual no estaba todo el día con su hijo.— Sí, algo cansado. ¿Puedes pasarle el teléfono a Jungkook?

Claro. ¡Kookie, tu papá está al teléfono! —Escuchó los pasitos de su niño, sonrió automáticamente.— ¡Hola, papá! —Habló Jungkook.

— ¡Hola, conejito! ¿Cómo te fue hoy en el jardín? ¿ya comiste?

 — Me fue bien, ¡y sí! Tío Seok me llevó al McDonald's, comimos papas fritas, Nuggets...—Se calló cuando escuchó a su tío Hoseok susurrando un "Shh..." bueno, comí bien. Y en el jardín, el profesor Jimin nos hizo dibujar nuestro día favorito, ¡dibujé el día que hicimos galletas! Mr. Bunny quedó más blanco de lo que ya es. —Y aunque Yoongi no lo estaba viendo, sabía que su hijo estaba sonriendo travieso.¿Hoy salvaste a más niños?

Yoongi soltó una leve risa, algo que agradecía era que su hijo pudiera entender porque no podía estar todo el día con él por más que quisiera.Sí, cariño, tu papá salvó hoy a un niño de casi tu edad.Se halagó a si mismo. Miró a su alrededor, viendo un puesto de juguetes y peluches. Recordando que su hijo siempre que veía uno de esos puestos pedía un nuevo peluche para su conejo de peluche.— Cuéntame, ¿tu profesor nuevo es bueno?

¡Sí! Es amable y gracioso, además... es lindo.Y ahí íbamos de nuevo, ya sabía por dónde iba esa conversación.

Kookie...Lo reprochó.

¿Qué? Solo digo que es lindo... para ti. —Dijo inocente. Yoongi rodó los ojos.Sin presiones, papá.

Ajá. —Su localizador empezó a sonar, lo necesitaban en urgencias.Oh, kookie, debo irme. Nos vemos en la noche, ¿sí?

Ujum, ve a salvar a más niños. ¡Adiós, papá! ¡te quiero! —Se despidió.

— Adiós, kookie, te quiero.Cortó la llamada. Apenas la llamada terminó, corrió hacia urgencias. El deber llamaba.

(♡)

Cerró la puerta principal, por fin había llegado a su trabajo.

Hoseok abrió sus ojos de golpe al escuchar a alguien llegar, se tranquilizó cuando vio a su mejor amigo entrar por aquella puerta.

Jungkook ya se durmió, está en su habitación.Bostezó y estiró sus brazos.— Bueno, debo irme. Adiós, Yoon, nos vemos mañana. Tomó su abrigo junto con su celular y llaves.

Gracias por todo, Hoseok, te debo una.Lo acompañó a la puerta.Nos vemos mañana.Se despidió y cerró la puerta cuando Hoseok se fue.

Empezó a ordenar los juguetes de su hijo, dejándolo ordenándolo en una canasta. Lavó los platos, y los secó, acomodándolo en su lugar.

Papá...Escuchó detrás suyo una voz aguda, se volteó y al ver a su hijo despierto con su conejito de peluche colgando de su mano, guardó rápido el ultimo plato y se acercó a su hijo.

¿Qué pasó, cariño? Preguntó, acariciando la mejilla regordeta del menor.

Tuve una pesadilla. Hizo un mohín. Yoongi lo levantó en brazos, el menor lo abrazó por el cuello, ocultando su carita en el cuello de su padre.¿Me puedes leer un cuento?

Claro. Vamos.Apagó la luz de la cocina. Eran las once cincuenta de la noche, ya era tarde y su hijo debería estar durmiendo, pero las pesadillas podían ser nuestro peor enemigo por las noches.

Se encaminó a la habitación del menor, donde lo dejó sentando en la cama. Sacó un libro de una encimera que estaba colgada en la pared. Sacó el cuento de "el gato con botas".

Se recostó al lado de su hijo, quien lo abrazó apenas lo tuvo a su lado. Abrió el libro y empezó a leer.— "Érase una vez un molinero que tenía tres hijos. El hombre era muy pobre y casi no tenía bienes para dejarles en herencia. Al hijo mayor le legó su viejo molino, al mediano un asno y al pequeño, un gato..."

Mientras contaba el cuento, jungkook se fue quedando dormido poco a poco, hasta que cerró sus ojos cuando llegaron a la parte final.

"...Y así es como termina la historia del hijo del molinero, que alcanzó la dicha más completa gracias a un simple pero ingenioso gato que en herencia le dejó su padre." —Bajó el libro de su vista, dirigiendo su mirada al pequeño que estaba a su lado.

Dejó el libro en la mesita de noche, y aunque intentó moverse, el abrazo del niño se hizo más fuerte. Sonrió enternecido y a la vez cansado. Se acomodó en su lugar, apagó la luz de la lampara y cerró sus ojos.

Ya estaba cómodo y tranquilo al lado de su hijo. 

My Little Bunny ; JimSuWhere stories live. Discover now