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— ¡Damas y caballeros, con ustedes, la increíble Clare Taylor! — grito Roger con emoción mientras su hermana salía del baño posando.

Clare tenía puesta una falda naranja con un cinturón del mismo color que hacía juego con la blusa amarilla con flores bordadas.
La chica posó un par de veces más y después se sentó en la cama.

— A continuación, lo que todos habían estado esperando ¡La increíble Rogerina Taylor!

— así no es!

— ¡ La asombrosa Liz Taylor!

Roger salió con su cabello en una coleta, tenía puesto un vestido azul de botones que lo hacían parecer una camisa muy larga, pero el cinturón ancho le daba la forma de vestido, tenia puestos unos zapatos con un diminuto tacon del mismo color, además del maquillaje y la gran sonrisa que adornaba su rostro.

Ambas chicas pasaron una media hora posando de diferentes formas y tomándose unas cuantas fotos instantáneas, al terminar simplemente se dedicaban a agitar las fotografías para que estas se revelarán.

Entonces escucharon un fuerte golpe en la puerta que los hizo saltar a ambos.

— Abre la puerta Clare — Era Michael, ambos se observaron con miedo, pues pensaban que el hombre no estába en casa y que llegaría mucho más tarde.

— No, no lo hagas —le pidió Roger en un susurró.

— ¡No abriré, estoy bien!— gritó la menor esperando a que él mayor desistiera.

— ¡Roger, sé que estas ahí dentro— no hubo respuesta— Clare he dicho que abran la maldita puerta! Tienen 10 segundos, 10, 9, 8,...

— Ten, ve al baño y quítate el maquillaje— dijo la menor entregándole un pañuelo y empujando a Roger con pánico.

Clare también odiaba que sus padres discutirán por tonterías, como con quien salía ella, que ropa usaba Roger o ese tipo de cosas, pero en el fondo le daba miedo lo que sucedía después.

Al terminar la cuenta regresiva Clare dio un suspiro y con miedo abrió la puerta.

ELLA *MAYLOR*  (en Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora