Caos (Baekyeol/Chanbaek)

Capítulo catorce.

El filtro del cigarrillo comenzó a tornarse amarillo oscuro, luego de que el humo lo atravesara. Contando éste ya habían sido siete cigarros en menos de quince minutos, pero aún Chanyeol se sentía exhausto y estresado y la necesidad del tabaco en su boca era inminente. 

Las mentiras eran pan de cada día para él, mentía con su identidad, mentía en su edad, mentía a su madre, mentía a la gente, mentía a su ‘’jefe’’, le mentía a Baekhyun, le mentía a todos. Pero sin dudas todo esto era muy, muy diferente; jamás, luego de tantos años engañando a todo el mundo, se sintió culpable y enfermo de su actuar como lo hacía hoy.

Hoy sinceramente, Park Chanyeol se sentía la escoria del mundo, cómo si toda la misería que ocurriera en él, fuera su culpa.

Todo sería mejor si Baekhyun no hubiera tocado lo más profundo de su corazón, si no hubiera posado sus pupilas en las de él ni hubiera seguido sus pasos, todo hubiera sido mejor si no hubiera subido al auto con él, todo hubiera sido mejor si hubiera posado si hubiera posado su vista en aquella rubia voluptuosa o cualquier otra persona, todo sería mejor si lo hubiera dejado ir, si lo hubiera dejado escapar, todo hubiera sido mejor si Chanyeol no se hubiera enamorado de Byun Baekhyun.

El último pensamiento lo hizo chillar de un dolor estrepito en su corazón, porque él, lo menos que hacía era amar, lo menos que hacía era sentir afecto por lo demás, su corazón roto e irritado, vago e inconsecuente no estaba preparado para tales calamidades que significaba el amor y muchos menos, lo que significaba amar a alguien, él, sin dudas, no estaba preparado para amar, querer, adorar y necesitar a alguien, pero en éste mismo momento lo estaba sintiendo, en éste mismo momento tenía ganas de salir corriendo, abrazar a Baekhyun y decirle que lo amaba. 

Baekhyun ha terminado de sollozar, le arden los ojos pero aún así no puede conciliar el sueño, se da vueltas en la cama una y otra vez, enredando las sábanas en sus pies para luego desquitar su ira pegando patadas mientras las saca de su agarre.

Ni siquiera se había dado una ducha, ni siquiera había tomado algún libro, ni siquiera había organizado sus cosas para el día siguiente como usualmente lo hacía, ni siquiera había comido, su mundo se estaba cayendo a pedazos y ni siquiera podía detenerlo, ni siquiera podía hacer algo.

Los pensamientos empiezan a rodear su cabeza, sabe que está mal, sabe que todo lo que está haciendo está jodidamente mal, que debería huir de Chanyeol, que debería volver a ser el mismo de antes; volver a ser ese niño ejemplar, con buenas calificaciones, el ejemplar de su familia, el orgullo de sus padres y el codiciado por todos.

Puede recordar la cara de emoción de su madre al graduarse del colegio con las mejores notas y comportamientos sobresalientes, puede recordar la cara de sus padres cuando comienza a ser el voluntariado para instruir a los jóvenes al cristianismo, puede ver la cara de sus padres cuando queda seleccionado para la mejor universidad de Corea, puede ver la cara de sus padres al ver sus notas sobresalientes.

Todas sus visiones se vuelven un espejismo que se empieza a diluir entre lágrimas que  comienzan a salir cuando teclea un mensaje para Chanyeol y sabe que se arrepentirá luego, lo sabe, pero aún así lo manda y las lágrimas ya no son lágrimas, sino torrentes de agua que caen por sus ojos.

-‘’Lo siento, pero creo que no deberíamos volver a vernos.’’ [Enviado a las 3.40 am]

Baekhyun apaga el teléfono y lo tira lejos, se envuelve en sus sábanas nuevamente y comienza a llorar hasta que concilia el sueño, de un sueño que no quisiera despertar, porque la maldita realidad de la mañana siguiente lo golpearía sin la presencia de su gigante Chanyeol.

La mañana siguiente no se tardo en llegar, tomando las pocas horas de sueño y las malditas pesadillas que estuvieron incluidas como casi parte del proceso.

La alarma chilló dos o tres veces y a la cuarta vez Baekhyun logra apagarla, pero no quiere levantarse, siente que no será capaz de asumir todo lo que tendría que vivir en un día. Siente el cuerpo pesado así mismo, con aquella pesadez, se arrastra hacia al baño para darse una ducha, vestirse con languidez y bajar a un ritmo que sólo un muerto viviente puede corresponderle.

El rostro de Baekhyun deja mucho que desear y Baekhyun lo sabe, las ojeras azuladas debajo de sus ojos delataban la gran noche de llanto que tuvo, sus labios estaba partidos y su cara estaba más pálida de lo normal y sus pupilas no brillaban, ésta vez eran completamente opacas, su cuerpo tiritaba sin razón alguna y sus piernas parecian no poder contener todo su peso.

-Buenos días –Dice su padre y Baekhyun sólo hace una reverencia para sentarse a un costado de la mesa.

El cuerpo débil de Baekhyun podía decir todo aquello que él está callando y siente deseos de llorar. No toca nada de su plato, sólo juguetea con los cubiertos, ni siquiera bebe un vaso de agua, está sentado allí como un alma en pena, sin emitir ninguna palabra, sin gesticular algo. Hoy Baekhyun tiene ganas de morir.

El pelinegro sólo alza la vista cuando su madre le indica que vaya con él. Baekhyun se levanta de la silla, pero sus piernas flaquean a último momento y cae con ensordecedor sonido al suelo y las lágrimas comienzan a caer y ya nada más importo y lloró, lloró como si fuera un niño de cinco años mientras se paraba y cogía sus cosas.

El viaje fue demasiado cansador y largo según su parecer, aunque sólo duro veinte minutos en tiempo real. Mientras el viento que se cuela por la ventanilla del auto le roza la cara, puede recordar todas aquellas cosas que vivió con Chanyeol, pudo recordar el eterno viaje camino hacia la playa, mientras el olor a cigarrillo del pelirrojo se obstruía la nariz, por un momento sintió que la sonrisa se le formaba en la cara pero sólo fue una ilusión y su mirada se volvió a nublar y comenzó a llorar, mientras miraba el paisaje y ya no sólo recordó una cosa, sino miles de sucesos que sólo podría vivir con el desinhibido de Chanyeol.

El camino de la entrada de la universidad hasta su sala también le pareció eterno y no sabe en qué momento cambiaron las cosas, lo uno que sabe es que una realidad sin Chanyeol, ya no parece realidad, sino una eterna agonía que debe ser vivida por obligación.

Una vez que se encuentra afuera de la sala con la puntualidad que solía tener, secó sus lágrimas y entro al salón con amplios bancos y saludos a todos como de costumbre y pasó directo al último banco, con la mirada de interrogatorio de todos los que estaban presentes, pero eso ya era lo que menos le importaba.

Todas las clases fueron una eterna congoja y aunque anoto y siguió atentamente todos los contenidos, no pudo deshacer el nudo en la garganta y de vez en cuando las lágrimas caían por si solas, todo era un dolor eterno.

La hora de salida fue otra cosa que hizo que se derrumbara, porque espero con toda corazonada de ver a Chanyeol allá afuera o espero que un susurro e su espalda con voz ronca lo tomara de sorpresa, pero no, no hubo nada de lo que imagino, no hubo nadie de un metro noventa esperando por él, no hubo susurros o un auto que lo estuviera esperando para tener una aventura desconocida y retorcida, no hubo absolutamente nada.

Lo único que obtuvo en su lugar fue el auto blanco, que acobijaba a su madre con una cara inexpresiva a su interior y sólo suspiro antes de caminar hacia el lugar, todo era una tortura.

-Te he estado llamando ¿Estuvo bien tu día? –Pregunta su madre y Baekhyun siente que podría despedazarla en palabras, pero está realmente agotado y siente que sus palabras son casi burlescas y punzantes para su situación.

-No traje el teléfono –Logra decir luego de respirar profundamente y baja la ventanilla del auto para volver a posar sus ojos en el paisaje.

-¿Quieres algo para comer? –Baekhyun niega ante la oferta rápidamente.

-Sólo llévame a casa, quiero dormir –Dijo con hilo de voz el pelinegro- Sólo quiero dormir –‘’Y no despertar jamás’’ pensó. 

~Hola, hola. Bueno se acuerdan cuando escribia llorando en ''Save Me'' bien ahora estuvo casi igual, no desesperen hermosas, no desesperen, sólo eso diré.

PD: Espero que tengan una linda semana, el resto de los días que quedan.

PD2: Besitos y abrazos aplastanteeees para ustedes.

PD3: Gracias por leer, de verdad muchas gracias.

PD4: Prometo que se vendrá bueno, pero sin drama no hay acción. 

¡GRACIAS!