Algo más que amistad

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Llegué a casa a toda velocidad, al entrar me tropecé con las escaleras que daban a la puerta principal, rápidamente me incorporé y subí a toda pastilla los dos pisos hasta llegar a mi cuarto, donde estaba Teddy esperándome sentanda en la cama.
-Hola amiga -se levanta y me da un abrazo- ¿Lista para la fiesta?
-Eso creo... No tengo nada decente que ponerme.
-Tranquila, algo vamos a conseguir hacer.
Teddy se dirigió a mi armario, y empezó a sacar un montón de faldas y vestidos que no sabía que existían, nunca los había visto.
-A ver, te propongo tres ideas:
1.- Pantalón negro pitillo, blusa blanca y tacones negros.
2.- Falda de tubo corta negra, camisa roja oscura, tacones negros.
3.- Vestido de vuelo rojo apagado, tacones negros.
Mi armario estaba repleto de colores oscuros, pero los conjuntos que Teddy eligió eran bastante elegantes, yo no podría haber hecho eso, soy una negada para la moda.
-Pues no se... ¿Tú qué dices?
-Bueno, los tres son elegantes para esta noche, porque la fiesta es formal, yo quitaría el primero porque lo veo más informal, los dos últimos están muy bien, elige a partir de ahí.
Analicemos la situación, mi preferido era el segundo, pero la falda era de tubo, y se me iba a marcar toda la grasa, y el vestido al ser de vuelo, disimularía un poco mi obesidad.
-El tercero es mi preferido.
-Bien, pues vamos a vestirnos ya.
Teddy cerró la habitación con llave para que nadie entrara, y se quitó sus vaqueros pitillo negros y el crop top blanco. Estaba muy delgada, ojalá tuviera su cuerpo, así podría ponerme la falda y sentirme bien conmigo misma...
Se puso un vestido ceñido de color blanco roto, le quedaba genial, le hacía más delgada de lo que ya es.
-Oh amiga estás ideal -sonrió forzadamente-.
-¿Si? Llevo semanas tras este vestido, y me ha costado mucho encontrarlo, pero ha valido la pena, rápido vístete ya que vamos tarde.
No quería quedarme en ropa interior delante de Teddy, me da mucha vergüenza, pero no quería que se pusiera ahora a darme una charla, así que me quité mi ropa en décimas de segundo y rápidamente me puse el vestido, que me estaba un poco ancho.
-May, te has quedado bastante delgada, has perdido mucho peso.
-Ah si, es por que estoy haciendo ejercicio con Ariana.
-Me alegro de que estés buscando estar mejor contigo misma.
-Gracias.
-Bien, vamos a maquillarnos, falta poco para la fiesta.
-Eh... Teddy... No se maquillarme.
-Tranquila, para eso estoy yo aquí, siéntate en el taburete y déjalo todo en mis manos.
Teddy sacó su enorme maletín de maquillaje, no sabía que estaba haciéndome, no quería ir sin maquillar pero tampoco como un payaso, no podía ver que me estaba haciendo.
Acabó pronto de maquillarme y me empezó a planchar el pelo, después me hizo un semi recogido bastante raro, pero quedaba bonito.
-No te mires en el espejo hasta que acabe yo.
Ella comenzó a maquillarse a toda prisa, pero lo hizo como una profesional en minutos, se onduló el pelo y se lo dejó suelto.
-Bien May, mírate.
Fui corriendo al espejo, y me quedé asombrada, ¿Esa era yo? No parecía yo, era otra May, me sentía un poco guapa, pero tampoco era para ponerme a gritar de alegría.
-Oh Teddy, esta genial,
-Soy una maestra de la belleza -dijo riéndose amistosamente- sólo he resaltado tu belleza natural.
-Muchas gracias amiga -le doy un abrazo-.
-No hay nada que agradecer, para eso estoy aquí, bueno vámonos ya, los chicos van a venir pronto a recogernos dos calles abajo.
-¿QUÉ CHICOS?
-Unos del equipo de fútbol, tienen coche y le dije a uno que viniera a por nosotras -sonríe coqueta y malvadamente-.
-¿Coche? ¿Qué edad tienen?
-El que conduce 16, los demás son de nuestra edad.
-Teddy no se que haré contigo...
-Están buenos todos May, ¡Es nuestra noche!
Hay días en los que me preguntó si Teddy es hiperactiva de nacimiento o si se mete algo para estar así.
Cogimos las americanas y nos fuimos a la calle, Teddy no dejaba de hablarme de la fiesta, mientras yo no podía dejar de pensar en Tyler, iba a estar allí quería que nos viéramos allí, me sentía bien, por un día, estaba bien, era raro.
Cuando llegamos al final de la calle había un coche descapotable rojo, tenía que ser bastante caro, y tres chicos dentro de el, todos vestidos con traje, el conductor era moreno, de ojos color avellana, y de piel muy pálida, el copiloto era un poco más pequeño, era Rubio, de ojos verdes y de piel morena, y el que iba en el asiento de atrás, era... ¿Tyler? ¿Qué? ¿Estaba aquí? Oh Dios mío, el corazón me va a 1.000 por hora, respira May, respira.
-Hola chicas -dijo el conductor-
-Hola -dijo Teddy coquetamente- vámonos llegamos tarde.
-Eres muy acelerada chica, -dijo el conductor- subid, rápido.
-May, ¿Quieres estar en el centro o en el extremo?
-En el centro -dijo Tayler-.
-Eh... Si, en el extremo me mareo -nota mental: no se mentir-.
-Bien, pues ve al centro -dijo Teddy guiñandome el ojo-.
En el camino casi no hubo conversación, la única que hablaba era Teddy con el conductor, que no dijo su nombre.
Llegamos a una casa de lujo, era el doble que la mía, entramos por la puerta de atrás ya que la fiesta era en el jardín, era enorme, y había una piscina que era como 7 veces mi cuarto de grande, era todo increíble.
-Hola, bienvenidos, en la mesa blanca están las bebidas, el alcohol lo traen en media hora, que lo paséis bien -dijo Matt-.
Había un montón de gente, la mayoría estaba bailando, otros estaban sentados en los sofás bebiendo, no encuentro a Jake por ningún lado.
-¿Vienes a bailar? -dijo Tayler-
-Claro, vamos.
No podía creerlo, me había invitado a bailar, mis piernas temblaban como flanes y no podía sostenerme en pie. Había muchas luces de colores y estaba sonando Maps de Maroon 5, mi canción favorita, nada podría ir mejor. Jake me agarró de la cintura y me pegó a el contra su pecho.
-Oye May, no quise decírtelo antes, pero desde el primer momento que te vi me has gustado mucho, me encantas.
¿Cómo? ¿Estaba soñando? Esto no es real, no sabía que decir.
-Tu a mi también me gustas.
Y en ese momento el tiempo se detuvo y comenzó a besarme, estaba en otro universo, mis problemas de autoestima habían desaparecido por unos momentos, me sentía bien, todo era perfecto, era irreal.
Pero algo no iba bien, Teddy se fue llorando a toda prisa hacia la casa, y creo que todo tenía que ver con el conductor del coche que no tiene nombre. ¿Qué habrá pasado?

El diario de MayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora