23. Cena Familiar

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Hoy había llegado el día que tanto temía, el día en que Shuhei Hisagi debía volver a la sociedad de almas. Pero antes, le prometí presentarle a mi familia; y cuando se lo comenté a mamá, ella insistió en preparar una cena -omití la parte en la que el chico era mi novio, le mencioné que era un amigo de Seidou-.

Y aquí estábamos, en la mesa de comedor cenando en un incómodo silencio.

Miré a Seidou quien estaba sentado junto a Hisagi, le di una patada por debajo de la mesa para captar su atención y cuando al fin me mira, lo señaló con la cuchara para después señalar al chico a su lado, quien tan solo cenaba en silencio. Él tenía que hacer algo para matar este incómodo ambiente.

– Así que Hisagi...– le saludó mientras reía nerviosamente. No pude evitar pegarme en la frente por ello–. Tía Hinata, ¿ya te mencioné qué es un chico de nuestra clase?

Otro golpe en la frente. Esto no estaba pasando enserio.

– ¿Y qué te gusta hacer, chico?– le preguntó mi padre como intento de conversación. Sabía que lo hacía para que mi primo no se viera tan ridículo siendo el único hablando.

– Matar...– se interrumpió a sí mismo y tosió–. Digo, hacer deportes.

Otro golpe en la frente. Este era el peor momento de mi vida. Tan solo quería que esta noche terminara pronto.

– Supongo que eso explica porqué estas tan musculoso a tan temprana edad.

– Sí, es que siempre me ejercito. Trato de mantenerme en forma.

– Algún día deberías llevarte a Seidou a ejercitarse también. Digo, tan solo míralo– dijo mi papá en broma mientras señalaba a mi primo. Al parecer, Seidou no se tomó el comentario con tanto humor como lo hizo mi papá. Por lo que solo miraba a papá con una expresión seria mientras sostenía su celular. Porque sí, ni para cenar lo soltaba.

– ¿Y qué te gustaría estudiar?– le preguntó mi mamá uniéndose a la conversación.

Hisagi dejó de comer para mirar a mi mamá y encogerse de hombros. – No lo sé.

Bueno, al menos dejaba de ser tan incomoda la cena. Sin mencionar qué, cuando Hisagi terminara, regresara con Ikkaku y Yumichika para irse al fin a la sociedad de almas. Y probablemente, no lo volvería a ver.

Al darme cuenta de que Hisagi se había terminado todo en su plato me puse de pie.

– Gracias por todo, mamá. Pero creo que Hisagi, Seidou y yo nos retiramos– avise y mi madre asiente con una sonrisa.

Mi primo estaba apunto de reprochar porque aún no terminaba. Pero cuando volteó a mirarme, cambió de pensar.

– Sí, creo que ya nos vamos. Todo estuvo delicioso, tía Hinata.

– Gracias por todo– agradeció Hisagi y siendo el primero en salir. Seidou y yo le seguimos hasta fuera de la vivienda.

Lo íbamos a acompañar hasta la casa de Urahara; ahí abrirían el portal que lo llevara de vuelta a la sociedad de almas. Y ya después, puedo llorar un mar de llantos por dejarlo ir, una vez más.

➛ Me Enamoré de un... ¿Shinigami? 𖠵Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ