Un agradable encuentro

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POV EMILIA

Una hora, había pasado una hora que seguía escuchando el discurso de mi tío, el tema que estábamos o mejor dicho me estaba intentando enseñar era el como debía tratar a nuestros hombres, híba a aceptar todo sus consejos, pero me parecía injusto que diga lo último, ya que el que había comenzando fue el.. pero no podía hacer nada, no quería refutar algo en su contra, después de todo el es mi familia.

— Me estas escuchando Emilia? — me pregunta deteniendo su discurso, mientras me mira a los ojos sentado atrás de su despacho.

— Si.. si.. ,te estoy escuchando, ¿Algo más que quieras decirme? — diría sin bajar la mirada, no por ser el mi tio voy a dejarme pisotear.. no seré la misma de antes.

— Emilia!! — Grita mi hermano parándose de su sitio.

— Siéntate Diego.. — demanda mi tío mientras suspira un poco cansado por nuestro comportamiento.

— Pero tío... — Interrumpe de nuevo mi hermano a nuestro tío mientras me mira molestó.

— Dije que te sentarás Diego, y no me interrumpas de nuevo, sabes que eso no me gusta y tú Emilia — vuelve a mirarme parándose — me alegra ver que no te dejas manejar por los demás, pero debes aprender a escojer tus palabras sabiamente, me preocupa que tus decisiones puedan hacer que tengas graves consecuencias, pero con ellos aprenderás.

— También puede salir lastimada por esas malas decisiones tío — dice mi hermano mientras aprieta su mano.

— Perdón por lo que dije y si, se que a veces puedo llegar a ser testaruda

— Muy testaruda diría yo.. — bromea mi hermano y yo sonrió mirándolo, escucho la risa de mi tío haciendo que todos riamos.

— Eso es verdad, pero ser tu misma te hace única y especial..

— Gracias.. a los dos

— Y sobre lo que paso en el entrenamiento no tienes que preocuparte, el te insulto sabiendo que eres la hermana del rey — declara llegando donde yo estaba, dándome palmadas en mi cabeza.

— Ya lo sabías? — pregunto levantando la vista un poco confundida.

— Si, tu amigo el rey Edgar me informo de todo.. es un buen chico como tú dijiste.

Asiento con una sonrisa en mi rostro, era bueno saber que él había intentado intervenir para que mi tío no se moleste conmigo.

— Tío — murmuró llamando su atención, para luego pensar correctamente mis palabras — El hombre que..

— No te preocupes por él, ahora un grupo de mis hombres está buscando a su hermana.. me alegra saber que mi gente a pesar de todo confía en nosotros y en nuestro buen juicio.. — Una sonrisa nostálgica se instala en su rostro mientras se acerca a mi hermano, deteniendose mientas coloca sus manos en sus codos — Sobrino, cuida a nuestra gente.. ellos son nuestro corazón.. un reino no es nada sin su gente y su gente necesita alguien que los guíe y les brinde confianza.. tu ahora eres esa persona y siempre debes velar por el bienestar del pueblo sobre todos los demás..

— Tío, cuando me convertí en el rey de tu pueblo.. de nuestro pueblo, jure protegerlo.. todos son mi familia.. la familia se protege entre todos y yo daré mi vida por ellos — las palabras sin vacilación de mi hermano me dejan perpleja por un momento y me llenan de orgullo, después de todo el es nuestro rey y se que sus palabras son sinceras, aunque tengo miedo que algo le pase por cuidar a nuestro pueblo.

— Tío.. hermano.. siento que les estoy metiendo en un problema.. yo.. yo

— No te preocupes cariño, lo que está sucediendo no es tu culpa y nunca lo será.. — murmura acercándose a mí, mientras coloca sus manos en mis mejillas y junta nuestras frentes intentando calmar mis miedos, aquella pequeña acción me hace soltar una sonrisa mientras colocaba mis manos encima de las suyas intentando hacer que el sepa que estoy bien — Tu madre estaría orgullosa de ti.. te pareces tanto a ella, como también te pareces a tu padre.

— jajaj.. eso es verdad tu padre era alguien muy impredecible, siempre se movía de un lugar a otro pero cuando conoció a madre el cambió.. a poco cuando tú te enamores también eso pasará..

Aquellas palabras me hicieron sonrojar y a la vez avergonzar, suelto las manos de mi tío y me alejo de él corriendo donde mi hermano para comenzar a jalar su cabello, el al ver ello comenzó a jalar mi cabello haciendo que nos caigamos, pero ninguno pensaba rendirse.. éramos tercos y orgullosos.

— En verdad ustedes no pueden estar ningún minuto sin pelear.. Emilia suelta el cabello de tu hermano.. Diego no le tires una patada a Emilia.. por dios ya no son niños..

— EL COMENZO!!... — gritamos los dos al mismo tiempo entre jaloneos y patadas.

Al momento de morderle la mano a mi hermano escucho una risa proveniente de la puerta deteniendome mientras lo observó, suelto una maldición al verlo sonrojandome sin darle cuenta que mi hermano me patea en el estómago soltandole para que luego el se levante ágilmente y se aleje un poco de mí, algo sonrojada y avergonzada hice lo mismo mientras le fulminaba con la mirada a mi hermano, para luego salir de ahí pasando al lado de Edgar, su sonrisa burlona no paso desapercibida sonrojandome más mientras salía de ahí cerrando la puerta de un portazo.

«Mierda.. eso fue muy vergonzoso»

Pensando en aquello subo apresuradamente a mi cuarto para cerrar la puerta tirandome en mi cama boca abajo cubriendo mi rostro con mi almohada — Tierra tragame..

— Prefiero ser yo el que te coma.. no sería algo mejor? — una voz masculina que reconocería aún con los ojos vendados murmura aquello haciéndome sobresaltar, mientras mi vista se dirige hacia donde se escuchó la voz — Se te comió la boca el ratón, Omega?

— Sal de mi cuarto!!.. — Gritó levantándome de la cama por solo unos momentos, ya que luego siento como alguien el empuja haciéndome caer de espaldas encima de la cama y el encima mío.

Mi respiración se detiene mientras mis ojos observan los suyos.. aquellos ojos que cada vez que los veo me hace sentir sensaciones que nunca sentí hacia nadie — hermoso.. — murmuró haciéndolo sorprender y a la vez yo sonrojandome más al darme cuenta que pensé en voz alta.

— Omega.. no hagas eso..

— Hacer que? — pregunto curiosa sin dejar de observarlo, analizó su hermoso rostro y sus ojos color azules.. tan azules como el mar, me doy cuenta que tiene algunas ojeras debajo de aquellos ojos haciendo que su atractivo sea más peligroso.. y a la vez queriendo descubrir.. queriendo saber más de él.

— Detente..

— No hice nada.. Edgar — susurro su nombre sin apartar mis ojos, aquello le saca una sonrisa sintiendo como acerca su rostro más al mío

— No te entiendo.. pero quiero hacerlo.. quiero conocerte tanto Emilia.. — murmura rozando sus labios con los mios haciendo que mi corazón se acelere, junta nuestras frentes mientras aleja sus labios de los míos haciendo que mi cuerpo tenga frío.. por qué sentía esto??

— Edgar..

— Maldición Emilia.. que me estás haciendo..

Rechazada por ser DevilWhere stories live. Discover now