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Sábado, febrero 04.

—Puedes, puedes tomar mi mano si te da mucho miedo.

Donghyuck rascó su cuello incómodo, no quería interrumpirlo en sus quinientas plegarias pero de cierta manera sentía pena, Mark era un manojo de nervios y ni siquiera se había llenado del todo la atracción, aún debían esperar por los demás, no se imaginaba en pleno movimiento.

—Si quiero, digo, sinceramente estoy muy nervioso, no sé porqué dije en subirme.

—Si le dices al señor estoy seguro que te puedes bajar aún—indicó Hyuck al ver la cara de Mark muy pálida.

—Pero también quiero subir, me gusta la adrenalina que siento al bajar.

—Dios pero qué masoquismo.

Por primera vez en muchos días, Mark vio una sonrisa real en el menor. No le importaba ser llamado masoquista, sabía que lo era, el culpaba a su ser de indecisión.

El portón de seguridad comenzó a descender lo que significaba que la atracción daría inicio. Se encontraban de segundos, y por lo que según Mark había oído, eso significaba que los movimientos los sentirían más veloces, de primero iba Chenle, que levantó sus manos y pegó un grito de emoción. Estaba seguro que hasta el último vagón lo había escuchado, el chino era muy ruidoso, Mark por su parte cerró sus ojos aferrándose al protector de seguridad.

—Me harás sentir mal sino tomas mi mano de una buena vez. No vas a morir, hombre—Donghyuck se tomó el atrevimiento y lo sostuvo muy fuerte, esperaba que el mayor pudiera calmarse un poco y disfrutará de la atracción.

Mark sin embargo, seguía con los ojos cerrados, al menos le correspondía con fuerza y sin rechazos, así que no dejó su mano.

Estaban a punto de llegar a la cúspide, Donghyuck comenzó a sentir el característico aire en su estómago, y presionó los labios.

—¡Hyuck dime porque me ignoras!—gritó Mark justo cuando la bajada comenzaba.

—¡¿Qué?! No te escucho.

Mark en serio se había esforzado en gritarlo, no creía poder hacerlo de nuevo.

—¡Tú! ¡Me agradas!

Abrió uno de sus ojos pero rápidamente lo cerró al ver todo de cabeza.

—¡Tú también, Mark!

Mark pensaba realmente que no lo parecía, pero si abría la boca de nuevo estaba seguro que vomitaría.

Cuando bajaron, sentía el piso irregular y todo le daba vueltas, por lo que su mano seguía aferrada a la de Donghyuck. Más que una excusa, seriamente pensaba que se iría de boca si lo soltaba.

—¡Te lo juro Jisung, debiste subirte! Estuvo genial, ni dio miedo—expresó Chenle realmente contento, con la adrenalina que Mark esperaba sentir, pero en su lugar, tenía nauseas.

—Pues la expresión de Mark me grita que tomé una buena elección al no subir, por Dios Mark, pareciera que viste un fantasma.

En cinco minutos subió a un horrible juego, tomó la mano de su crush y le preguntó porqué lo ignoraba, por supuesto que sentía que vio un fantasma, es más, estaba seguro que eso habría sido mejor.

—Yo, yo voy tomarme un descanso, ustedes continúen.

Mark tomó asiento en uno de los bancos alrededor, a este paso se sentía cada vez más identicado con los de la tercera edad.

—Te acompaño porque también estoy algo mareado—apresuró a decir Hyuck, sentándose a su lado.

Chenle y Jisung bufaron, creían que estaban exagerando, así que prometieron regresar después de comprar unos churros.

—No pensé que también te hubiese afectado.

Mark bebió de la botella de agua que traía y se la tendió pero Hyuck negó para su sorpresa.

—Fue más rápido de lo que creí—explicó—Tanto que no te escuche casi, perdón.

Al recordarlo, Mark se sonrojó. Lo había dicho en un impulso, es decir, creyó que moriría.

—No te preocupes por eso, no dije mucho, estaba muy nervioso en realidad...

—Sabes no hemos hablado demasiado últimamente—soltó Donghyuck sin más.

Mark mordía su labio para no soltar algún comentario sarcástico, no podía creer que hasta ahora lo acotara, como si él no lo supiese de ante mano.

—Pensé que ya no te caía bien—confesó, técnicamente por segunda vez—¿Dije algo que te molestara?

Donghyuck junto sus cejas, no podía creer que Mark no tuviese ni idea, aunque claro, en realidad no tendría porqué tenerla, de hecho no habían hablado mucho después de eso, quizás había sido un poco berrinchudo.

—No, en realidad, no has dicho nada malo—Mark soltó un suspiró de alivio, ocasionando en Hyuck una fina risa.

—Es bueno saberlo.

2/2

Donghyuck's Stalker «MarkHyuck»Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum