LA FLECHA, LA MADERA Y EL LIBRO

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Raven se congelo ante la voz que sonaba a su espalda

-A hola Apple- saludó Maddie a la rubia con normalidad —Hola Briar

—Hola Maddie —saludó Briar saliendo de su coche

—Hola Maddie, Raven, ay algo que quieras decirme?

Raven exhaló resignada y la miró—Ven amor tenemos que hablar,—se acercó a la rubia y se detuvieron a una distancia considerable- lo qué pasa es que..

—Raven no intentes mentirme, se que esto tiene que ver con el tema de tu corazón, porque me lo ocultas?

-Cariño tienes razón es eso, esta bien?, y no quería decirte, porque no quería ponerte en peligro

-Raven, sabes con certeza, que no te voy a hacer caso, y que te voy a seguir hasta el fin del mundo, para encontrar tu corazón, aunque haga la búsqueda por mi propia cuenta- la retó con la mirada

-lo sé, y lo siento - hablo convencida, y atrajo a su novia en un abrazo— perdóname amor—

—no hay problema—la miró y luego le dio pico, antes de regresar con las chicas

—Maddie, que es lo que dice su juego de palabras?- dijo acercándose a la más baja

-lo primero que dice, "donde las letras abundan sin parar", suena lógico, la biblioteca,—hablo empezando a caminar hacia la biblioteca


Más tarde 

Era de madrugada, hacia frío, como cualquier típica noche de otoño, faltaba poco para las dos de la mañana , y Apple, Maddie y Briar, estaban durmiendo sobre sus libros, Raven buscaba tranquila en los libros, se puso de pie para buscar otro libro en el estante, cuando noto una pequeña marca, en la madera del estante, una flecha para ser exactos, " la flecha" se dijo así misma, la siguió y de un momento a otro, marcó el lado contrario. Miró detalladamente y bajo el libro que estaba entre ambas flechas, una pequeña parte del estante se abrió , no lo quizo mirar sin las chicas así que volvió a bajar el libro y el estante se volvió a cerrar, -volveremos mañana- se dijo así misma, se regresó a donde estaban sus amigas, primero mandó a Maddie a casa con magia y luego hizo lo mismo con Briar, removió un poco a su novia.

-Amor?,Despierta princesa—la siguió removiendo—Hay que ir a casa

—cariño 5 minutos más—se re acomodo en su lugar

—bebé, debía cerrar la Biblioteca hace horas, hay que volver a casa— le dijo suavemente, sonrió con dulzura ver a su novia en ese estado de sueño.

—Abrázame—hablo Apple extendiendo sus brazos para que Raven la abrazara, Raven la miro con mucho amor y obedeció, la tomo en sus brazos como si de un koala se tratara, Raven era alta y fuerte, no le costaba tanto alzar a su novia y menos caminar con ella.

Salieron del lugar, cerró la biblioteca y se teletransportaron con magia a la habitación de Raven, en la casa de Regina; no ella, ni Henry se encontraban, era una razón para llegar tarde a casa, la más alta recostó a la rubia en su cama, luego se dispuso a cambiarse de ropa, empezó a desabotonar su blusa y luego su pantalón, al estar solo en lencería, se dirigió al baño de su habitación, se lavó los dientes y se dio una ducha rápida, sin darse cuenta que una muy Sonrojada Apple, se había despertado al no sentir a su novia a su lado y había visto lo que sucedió hace un momento; unos 15 minutos después Raven salió envuelta en una toalla y vio que Apple se había acomodado en su cama bajo las sabanas, había ropa a un lado, y supuso que solo era si abrigo , empezó a secar su cuerpo y su cabello con toallas, al terminar se puso una lencería cómoda sacó dos blusas grandes, se colocó una y el otro se lo daría a su novia para que durmiera más cómoda, no la quiso despertar, sentándose cómoda a su lado para así mover la sábana que la cubría y poder colocarle el Blusón, de un momento a otro se dio cuenta de que estaba solamente en ropa interior y de lo bien que le quedaba la lencería rojo vino de encaje que traía puesta, se quedó admirando ese cuerpo dios sabe por cuanto tiempo, sintiendo su cara hervir ante la sangre que empezaba a subir a su rostro, un sujetador de encaje Rojo vino que apretaba a los medianos pechos de su novia, bajo poco más la sabana, pudo ver con claridad al tan cuidado trabajado abdomen que tenía su novia, bajo un poquito más y divisó la tanga de encaje del mismo color del sujetador que su novia traía puesto, podía sentir que en cualquier momento le daría una hemorragia nasal por verla.

Once upon a time (Rapple) primera parte Where stories live. Discover now