Capítulo 10

692 60 4
                                    

ALICE BARNES
Entrego con un poco de miedo las pastillas a Tony. Me guardé 3 en mi habitación, solo para asegurarme de que no las perdiese. Hice una buena elección.

Stark me devuelve el collar.

-Lo hago por tu bien, créeme. Sé quién dejó esas píldoras allí, no te ayudarían.-dice mientras se guarda el bote en su bolsillo.-Te he echado de menos. Tú no te acuerdas de mí, pero yo me acuerdo de ti perfectamente. Es un gran esfuerzo pero tienes que recordar lo que pasó aquel día.-añade posando su mano en mi hombro.-Hazlo por todos nosotros, eres la única que puede acabar con esto.-termina dejándome con la respiración acelerada.

-¿De qué día? No recuerdo la mitad de mi infancia. Ni siquiera recuerdo el paso de los 7 a los 14, no recuerdo nada porque no lo he vivido.-respondo con verdadero agobio.

Hay una gran parte de mi vida que no sé, muchas experiencias que no he vivido.

Stark mira a su alrededor y luego me indica con la mirada que vaya a una sala cerrada.

Voy hacia allí con él, que me lleva a un paso apresurado y cierra la puerta tras pasar dentro.

-El día en qué supuestamente murió tu tío Sam.-dice él cogiendo uno de sus iPads modernos y pasa las imágenes a la pantalla.-A ti te secuestraron y algo te hicieron, algo que ahora buscan. Seguramente escuchaste algo que no debías o te quedaste con algo que les pertenecía.-me explica mirándome fijamente a los ojos.

-Mis padres me han explicado que tuvieron que aumentar mi edad y seguramente eso confundió mis pensamientos.-explico yo ahora mientras observo las imágenes.

-O directamente los eliminaron con electroimanes.-añade Tony.

Se acerca a mí y aparta mi pelo para poder ver mejor mis sienes. Me apunta con otro bolígrafo pero este desprende una luz verde azulado y señala esa zona.

-Soy un genio.-afirma convencido.-Con los electroimanes absorbieron parte de tus recuerdos, pero todo es un programa informático, digamos que tienes una especie de nanochip incrustado en tu algún lugar de tu cuerpo.

-¿Y eso podría matarla?-pregunta ahora alguien a mi lado. Una brisa que luego se transforma en persona.

-No tendré que poner aire acondicionado este año, cada vez que vienes enfrías la habitación.-se queja Tony.

El millonario aparta la luz de mi y yo le miro directa a los ojos, no hace falta que le hable, entiende mi mirada.

-No tienes porque tener miedo, de momento no te matará pero si que pueden controlarte desde ahí. Deberíamos retirarlo antes de que empiecen a manejarte.-responde creando mis nervios.

-¿Pero también pueden borrar más recuerdos o controlar mis funciones corporales? ¿Puedo haceros daño sin saberlo?-pregunto temiendo la respuesta.

-Sí, pero hay métodos para reducir ese control sobre ti. El nanochip se controla por un código informático, si se sobrecargara si que habría riesgo de que murieses pero antes que eso te frenaríamos con un calmante, si tú cerebro descansa, el nanochip también.-contesta suspirando seriamente.

-En ese caso deberían empezar con las pruebas médicas para saber dónde está el chip implantado, dudo que sea el cerebro o ya nos hubieses matado a todos.-replica ahora Pietro creando que Tony lo mire mal.

-Alice, lo más importante es que mantengas la calma, los sentimientos pueden ayudar o dificultar el control del chip.-replica ahora Stark.

-Mis padres deberían saberlo.-susurro yo ahora.

Me controlan, pueden hacer lo que quieran conmigo porque tengo un nanochip dentro.

-Alice, hora de entrenar.-dice Peter asomándose por la puerta. Pone una mueca de agobio al ver a Pietro.

Una brisa vuelve a azotarme pero antes oigo en mi oído; "Me aseguraré de que estés bien".

Quedo extrañada pero ando hacia Peter y él me dedica una sonrisa.

-¿Estás bien? Parece que hayas visto un fantasma...-pregunta el hombre araña.

-Peter, gracias, de verdad, eres increíble.-le digo liberando una parte de mí. Él me observa confuso.-Por cuidar de mí cuando estaba mal, por estar ahí cuando analizábamos las pastillas y por más cosas...-añado para que me entienda.

Peter me sonríe y veo como mueve sus manos con nerviosismo. Me da un beso en la mejilla y yo no puedo evitar abrazarle, lo necesito, él no duda en corresponderlo.

Puedo volver a respirar el aroma que desprende, uno característico que ya había olido cuando me llevó por casi todo NY en brazos de telaraña en telaraña.

-No me des las gracias, estoy aquí para ayudarte, recuérdalo.-responde Spiderman antes de separarnos.

En el otro lado de la sala puedo ver a mis padres con Stark, hablando de lo que me pasa. Mis padres no fulminan con la mirada a Peter cómo solían hacer con todos los chicos ingleses, ahora me miran tristes, con decepción pero dudo que sea por mi relación "amistosa" con Peter, creo que más bien es por la situación.

Decido contarle todo a Peter, todo sobre el nanochip, sobre Sam, sobre las pastillas, todo.

Todo por una razón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora