LOST BOY| Fred Weasley I y II

vii. ¿es tu novio?

Fred estaba paseando por la ciudad, los últimos días había estado pensando en acercarse al campo de quidditch... podría estar bien, jugaría con los merodeadores. Estaría en el equipo de James Potter uno de los mejores jugadores de gryffindor, vería a Cedric... ¿a quién quería engañar? Quería ver a Maisie, además, ella le había insistido mucho en que fuera. La última vez que le había visto había sido en la playa junto a todos los adultos... la extrañaba.

— Joven Weasley. Una grata sorpresa verle por aquí.

El pelirrojo se giró sorprendido al escuchar aquella voz tan conocida.— Profesor Dumbledore.— le saludó.

— El mismo, hijo.— sonrió amablemente— ¿Qué te trae por este lado de la isla?

— Oh... solo paseaba.

El hombre le hizo una seña para que le siguiera comenzando a caminar hacia unas montañas que había. — Tengo entendido que quiere volver a casa.

Fred ni siquiera se sorprendió de que lo supiera, era Dumbledore, lo sabía todo. — Así es, ¿cree que lo lograré?

— Usted y su hermano siempre han conseguido lo que se han propuesto, ¿por qué no iba a lograrlo?— preguntó mirando al frente— ¿Por qué desea volver?

Fred le miró incrédulo, ¿en serio se lo estaba preguntando?— Quiero vivir, estar con George... golpear a Harry por estar demasiado pegado a Ginny.— sonrió inconsientemente.— Ser feliz con ellos.

— La felicidad se puede hallar hasta en los más oscuros momentos, si somos capaces de usar bien la luz, joven Weasley. 

— ¿Qué quiere decir con eso, profesor?

Entonces el anciano dejó de caminar y miró a algo, mejor dicho a alguien, unos metros detrás de Fred, el pelirrojo se giró viendo como Maisie jugaba con una niña pequeña. La pelirroja desprendía una energía llena de felicidad y esperanza, cualquiera que estuviese cerca de ella era capaz de sentirlo. La niña sonreía sin parar, al igual que ella que le alzaba en brazos.

—Tendrás que descubrirlo por ti mismo, hijo.— le guiñó un ojo.

— ¡Freddie!— saludó la pelirroja al verle— ¿Qué haces por aquí?— preguntó acercándose con el niño en brazos.— Oh, buenos días Albus.

— Solo paseaba, Maisie...— respondió algo nervioso por la insinuación del antiguo director.

— Buenos días, señorita Potter.— saludó cordialmente.— ¿Burke?— preguntó mirando a la niña.

— Así es, Elizabeth Burke.— dijo mirando a la niña— Y le he dicho mil veces que me llame Maisie.— sonrió levemente— Tengo que dejar a Lizzie en casa...— la niña se abrazó tímida a la pelirroja.

— Yo te acompaño.— se ofreció Fred.— Ha sido un placer verle profesor.

— El placer ha sido mio, señor Weasley.— le sonrió cordialmente.

— Albus ¿puedes decirle a mi padrino que llegare tarde?

El anciano miró nuevamente a la Potter.— Le aseguraré a Severus que está en buenas manos, señorita Maisie.

— ¿Ese es tú novio?— preguntó en un susurro.

— ¿Qué?— preguntó la pelirroja sonrojada— N-no Lizzie, ya sabes que no tengo novio.

— ¿De que hablais señoritas?— intervino Fred al ver a Maisie tan roja.

— Sois novios.— canturreó riendo.

Fred sonrió coqueto mirando a la pelirroja— ¿Eso te ha dicho Maisie?— preguntó riendo.

— ¿Es verdad?— preguntó con una sonrisa traviesa

"No" "Sí" dijeron al mismo tiempo. Maisie miraba con indignación al pelirrojo mientras él reía.— No de momento.— dijo Fred a la pequeña en broma. Maisie le miró mal, ¿qué se creía que estaba haciendo? ¿no veía que él podría gustarle? ¡Y él bromeando sobre ello!— Tranquila, dorito, solo es una tontería.

"Ahora mis sentimientos son una tontería" pensó. Fingió una sonrisa y asintió— Lo sé, es una tontería.

Tras dejar a la pequeña en su casa Fred se percató de que algo no estaba bien con Maisie, estaba distraída y sin su característica sonrisa en el rostro. Ella solo podía pensar en porqué le había molestado el comentario del chico Weasley y no le gustaba ninguna de las explicaciones que su mente proponía.

— ¿Quieres que hagsmos una broma?— preguntó Fred con una sonrisa traviesa.

— ¡Claro que sí!— respondió la pelirroja dejando a un margen sus pensamientos anteriores.

— De acuerdo. Tiene que ser la broma del siglo, pequeña Potter.

— Oh, estoy lista, zanahorio.— dijo con una gran sonrisa, era evidente que había heredado los genes de su padre.

Estuvieron un rato decidiendo la víctima. Evidentemente no serían ni Tonks ni Remus, el cuarto cumpleaños de Teddy les tenía destrozados. Automáticamente descartaron a Lily y James... Maisie no quería un castigo. Si descartaban a James y Remus también tenían que hacerlo con Sirius. La decisión estaba entre Severus y Regulus.

— Reg.

— ¿Segura?— preguntó Fred haciendo una mueca.

— No te conoce, será más sencillo.

Aquella tarde ambos se rieron como no lo habían hecho en mucho tiempo, la cara de Regulus cuando el pantano portátil inundó su salón mientras Maisie presentaba a Fred como su "pareja estable y durarera" fue magnífica. La pelirroja se ganó un entrenamiento a las cinco de la mañana del día siguiente y Fred el odio permanente por parte de Regulus... pero valió la pena.

— Así me gustas más.— dijo Fred con una viendo a Maisie sonreír.

— ¿Qué?— preguntó sonrojada.

— No sé que te pasaba antes... pero no sonreías.— dijo encogiéndose de hombros.— Tu sonrisa me da vida, Maisie Potter.— dijo finalmente mirando con cariño a la chica.

Ella, nerviosa, trató no pararse a pensar en lo que había dicho el joven y rió para acabar con la tensión que había creado su silencio— Que irónico.

Fred rió negando. Ella tenía razon, en su situación sonaba muy irónico. A pesar de ello en su interior él sabía que era verdad, tenía un extraño sentimiento cada vez que veía a la chica sonreír y se atrevería a jurar que tenía la risa más bonita que había escuchado nunca, le parecía angelical.

(N/A: Espero que os guste el capítulo, os invito a pasaros por mi nueva historia "Ophelia"❤)