┊ ˚➶ 。˚ ☁️ 16 ;; Reencuentro.

228 36 5
                                    

—S-sooBinie

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—S-sooBinie... Bebé... ¿Estás bien? —preguntó su madre, Min HaYoung.

SooBin alzó su mirada, con ojitos de cachorro. Asustado, con las enormes ganas de ver a DaByul. Se sostuvo fuertemente de JungSoo y se levantó, puesto que estaba en el suelo. Luego, aquel hermoso chico que temblaba aterrado por la reciente situación, asintió respondiendo a la pregunta de su madre. Y todos en la sala suspiraron aliviados. Él aún seguía aturdido y en su mente solo aparecía DaByul y su bella y frágil sonrisa... ¿Qué había pasado? Luego de cada recaída, SooBin solo tenía vagos recuerdos de todo lo que había sucedido con él. Pero su cuerpo sí guardaba los recuerdos de aquellos terribles episodios; dolores musculares o por las heridas que él mismo se hacía. Dolores internos por forzar órganos y alterarlos, y un dolor de cabeza repugnante, que no lo dejaba si quiera parpadear. Y tal vez el hecho de que hace mucho que no vivía esto, lograba intensificar aún más el cruel dolor en su pecho, la angustia por no sentirse bien, como se supone que debería.

Los ojos de HaYoung estaban llorosos y sus manos aún temblaban. La agonía de ver a su hijo en tal estado, no se iba ni con una simple caricia. Su mundo y vida giraban en torno a su bebé, a su pequeño cristal, a su angelito más querido. Cualquier cosa que a él le sucediera, lastimaba su estabilidad emocional, y aquello no podía frustrarle más, pues su objetivo era demostrarle a SooBin que ella era una mujer de fortaleza eterna, que siempre estaría acompañándole y brindándole sus hombros para llorar y su espalda para cargarlo, para que él no se sintiese abrumado por su actual situación. Pero tenía miedo... Estaba aterrada. Había cargas que su cuerpo ya no resistía, pero que intentaría sobrellevar hasta que el día de dar su último soplo de vida en éste mundo llegase. Hasta que su corazón diese su último latido y su voz entonara la última melodía. Hasta ese día, ella no descansaría por ver a su pequeño sonreír.

SooBin miró a su madre, luego a los encargados en seguridad y por último a JungSoo, su preciado doctor. Aún estaba perdido, pero poco a poco iba volviendo a sus cinco sentidos, comenzando a ser preciso con lo que deseaba en ese preciso instante. Cuando el pequeño pelinegro amagó a decir algo y luego se calló, todos se movieron un poco atentos, expectantes a lo que sea que el dulce jovencito quisiera decir o pedir. SooBin abrió su boquita y luego la cerró frunciendo un poco su ceño. Su madre miró a doctor Park JungSoo preocupada y luego se arrodilló poniéndose a la altura de su pequeño hijo quién estaba sentado en el suelo luego de todo el ajetreado momento anterior, tocando su mejilla, acariciándola con amor infinito.

—¿Qué pasó, bebé? ¿Tienes algo que decir? —susurró HaYoung intentando verse tranquila, pero no era muy creíble. SooBin sonrió levemente y apoyó su frente en la de su mamá entregando ese mismo amor hermoso que había recibido de ella.

—Quiero... —susurró él, captando la atención de todos nuevamente—. Quiero ver a DaByul.

Todos los presentes miraron sorprendidos a SooBin, quién siquiera dudó de decir aquello. Las miradas entrecruzadas no faltaron, pues todos habían pensado que el pequeño cristal diría algo más. Pero aquello los tomó por sorpresa. HaYoung sonrió débil y asintió con aquella dulzura que siempre buscaba irradiar para su único hijo. Su mirada silenciosa pero profunda se posó en la del doctor Park, quién asintió e indicó a los encargados de la seguridad que se fueran de la habitación. A YongSun la observó fijamente y le sonrió un poco susurrándole algo, tal vez un yo puedo con esto. Ella asintió y también dejó el lugar. JungSoo cerró despacio y cuidadosamente la puerta del cuarto de SooBin para luego voltearse a las dos personas que estaban tendidas en el suelo. Él también se sentó a su lado para estar a la altura de ambos. Los miró enternecido y luego suspiró acariciando la espalda de su paciente. SooBin lo miró con curiosidad, pues nadie había respondido aún a lo que él había pedido.

Crystals ☁️ 최수빈 Choi Soo BinWhere stories live. Discover now